HO CHI MINH.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hoy a resolver de manera pacífica el conflicto territorial en el mar del Sur de China, donde media decena de países se disputan centenares de islas y atolones.
Obama pidió a las partes implicadas una resolución pacífica negociada conforme a la legislación internacional y defendió el derecho de los países a la libre navegación en una región que acoge un tercio del tráfico mundial marítimo.
"Las grandes naciones no pueden intimidar a las pequeñas", declaró el mandatario de EEUU durante una rueda de prensa en Hanoi.
China y Vietnam están divididos por la soberanía de las islas Spratly y Paracel, en el también llamado mar de China Meridional, donde otros países, como Filipinas, Malasia, Taiwán, Indonesia o Brunei, también sostienen reclamaciones marítimas.
En mayo de 2014, unas protestas antichinas iniciadas en la región central de Vietnam contra los intereses territoriales de Pekín se tornaron violentas y terminaron con dos ciudadanos chinos muertos y un centenar de heridos.
Las marchas fueron convocadas después de que un buque chino colisionara con otro vietnamita que intentaba impedir la instalación de una plataforma petrolera de la compañía estatal china CNOOC.
La plataforma estaba situada originariamente en aguas al sur de Hong Kong, pero fue trasladada a las proximidades de las Paracel (que los chinos denominan Xisha) a inicios de mayo, lo que fue considerado como una acción "ilegal" por Hanoi.
Por su parte, Filipinas ha recurrido a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya contra las reclamaciones soberanistas de China.
Mientras las naciones del Sudeste Asiático han optado por conversaciones multilaterales para resolver el conflicto, Pekín prefiere abordar el problema con cada país implicado en conversaciones bilaterales.