BARCELONA.- La organización Médicos sin Fronteras (MsF) pidió hoy al Gobierno de Turquía que le otorgue refugio a los 100 mil sirios que están atrapados en el distrito de Azaz, en el norte de Siria, en medio de los combates entre la línea de frente del Estado Islámico y la frontera turca.
"Esta población desplazada necesita poder tener un refugio seguro en Turquía", señaló Médicos Sin Fronteras en un comunicado.
La ONG recordó a Europa que "debe respetar su compromiso moral y legal de garantizar asilo a aquellos que huyen de la guerra siria".
"A día de hoy, con los combates a pocos kilómetros de distancia, la población está en inminente peligro de verse atrapada por los enfrentamientos y caer bajo el control del Estado islámico", explicó Yahia Jarrad, supervisor de Enfermería en el hospital de MSF de Al Salama, en Azaz.
Según MSF, miles de personas se encuentran en estos momentos rodeadas por el Estado Islámico en la ciudad de Marea. "El Gobierno de Turquía y el pueblo turco están haciendo un inmenso esfuerzo por ayudar a los refugiados sirios, acogiendo ya a casi 3 millones de personas", indicó el español Pablo Marco, responsable de Operaciones de MsF para Siria.
"Sin embargo, hoy en día, la población de Azaz sólo pueden contar con ellos. Pedimos a Turquía que muestre esta generosidad una vez más y abra sus fronteras a las personas atrapadas en Azaz", dijo Marco.
MSF criticó "la vergonzosa decisión de la UE de cerrar sus puertas a los refugiados sirios que no solo supone una abdicación de su responsabilidad de asistencia sino que también desalienta a Turquía de recibir a nuevos refugiados".
"En lugar de concentrarse en cómo evitar que los refugiados lleguen a Europa, la UE debe trabajar con Turquía para acelerar el proceso de concesión de asilo a los refugiados", añadió Marco.
Los civiles atrapados están acorralados en un área de apenas 25 kilómetros cuadrados en la que, por un lado, tienen una peligrosa línea de frente con el Estado Islámico, que se encuentra a menos de cinco kilómetros de distancia, según MSF.
Por otro, limitan con el distrito Afrin, controlado por los kurdos, y la frontera con Turquía, cerrada excepto para emergencias médicas. "No hay ningún lugar al que estas personas puedan escapar", denunció Pablo Marco.
MSF y otras organizaciones han estado prestando apoyo a la población de Azaz, que ha vivido en condiciones desesperadas durante los últimos meses.