LONDRES.- Tommy Mair, detenido en la localidad de Birstall (norte de Inglaterra) en relación con el asesinato de la diputada laborista Jo Cox, es un hombre solitario, desempleado y con problemas de salud mental, informan hoy los medios británicos.
Mair, de 52 años, fue arrestado por la Policía en el lugar donde Cox fue apuñalada y tiroteada ayer cerca de la biblioteca de Birstall, donde la parlamentaria había celebrado sus periódicas reuniones con electores de su circunscripción de Batley & Spen.
Según testigos, Mair vive en una pequeña vivienda social concedida por el ayuntamiento de Fieldhead, a 1,6 kilómetros del lugar donde Cox fue asesinada ayer por la tarde.
El hombre nunca tuvo un empleo a tiempo completo, aunque ayudaba a los vecinos en labores de jardinería, quienes han relatado que parecía una persona tranquila y solidaria.
El hermano, Scot Mair, de 49 años, contó que Tommy Mair no tenía particular interés en política ni era racista ni violento, aunque explicó que tenía antecedentes de enfermedad mental.
"Me cuesta creer lo que ha ocurrido. Él tenía antecedentes de enfermedad mental, pero recibía ayuda. Lloré cuando escuché (lo ocurrido). Lo lamento tanto por (la diputada) y su familia", declaró Scot Mair a los medios británicos.
Tommy Mair había estado trabajando como voluntario en un colegio para niños con discapacidad en Dewsbury, en el condado de West Yorkshire (norte de Inglaterra), y era una persona con trastorno obsesivo por la higiene personal, de acuerdo con los medios.
El detenido nació en Ayr, en Escocia, y lleva cuarenta años viviendo en Birstall.
De acuerdo con relatos de los vecinos, Mair, que no está casado ni tiene hijos, vivió con su abuela hasta que ésta murió en 1996 y desde entonces estaba solo.
La vecina Kathleen Cooke, de 62 años, contó a los periódicos que el hombre siempre llevaba una gorra blanca y portaba una mochila.
Cox, madre de dos hijos pequeños, fue llevada al hospital de Leeds, norte de Inglaterra, tras el ataque de ayer pero murió por las graves heridas sufridas.
Los políticos decidieron suspender la campaña para el plebiscito del próximo 23 de junio sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La bandera británica se mantiene a media asta en el Parlamento de Westminster mientras continúa la investigación sobre lo sucedido.