GOLETA.- Avivados por el clima seco y cálido, varios incendios forestales amenazaban viviendas en California y otros estados occidentales, mientras equipos de emergencias trataban de acorralar las llamas que han calcinado kilómetros de arbustos y bosques.
Unas 140 viviendas y ranchos estaban consideradas como en peligro en California, donde un incendio de 1.400 acres (566 hectáreas) avanzaba por los cañones costeros al oeste de Santa Bárbara, consumiendo una zona que no había ardido en 60 años.
El chaparral estaba "muy seco, muy muerto" y servía como combustible al incendio, explicó Gina DePinto, directora de comunicaciones del condado de Santa Bárbara.
Unos 800 bomberos luchaban por alcanzar los estrechos cañones llenos de arbustos para combatir las llamas. Una flota de aeronaves tuvo más suerte el jueves, pero el atardecer trajo consigo un aumento de las ráfagas de vientos cambiantes que habían avivado el fuego la noche del miércoles.
Por segunda noche, la autopista 101 fue cerrada en la zona. Cientos de personas se vieron obligadas a abandonar zonas de acampada tras el comienzo del incendio el miércoles.
En el centro de New Mexico, otro fuego que provocó evacuaciones y destruyó varios edificios había calcinado 25 millas cuadradas para el jueves por la noche y cubrió la mayor ciudad del estado con una densa neblina.
Se esperaba que el incendio avanzara hacia el este y noroeste, en una amenaza inminente para la pequeña población de Chilili, en la zona de Tajique, así como la zona residencial de Ponderosa Pine, según autoridades del Servicio Forestal de Estados Unidos.
Se esperaba que el clima extremadamente cálido y seco continuara durante el fin de semana, aunque las ráfagas de viento deberían remitir, indicaron responsables de bomberos.
En el este-centro de Arizona se hicieron avances ante el incendio de 12 millas cuadradas (31 kilómetros cuadrados) desatado el miércoles al sur de Show Low.
"Los vientos no fueron tan malos y los fuegos controlados hicieron exactamente lo que queríamos que hicieran", explicó el jefe de policía del condado de Navajo, KC Clark, en una rueda de prensa el jueves por la tardo.
Sin embargo, una pequeña población del condado seguía evacuada y miles de otros vecinos recibieron instrucciones de prepararse por si tuvieran que marcharse.
En Nevada, un incendio de matorral de 300 acres (121 hectáreas) que amenazaba docenas de viviendas estaba contenido en un 75% y los equipos de emergencias se centraron en tareas de limpieza el jueves por la noche.
También había viviendas amenazadas por fuego en Utah, donde un bombero se hirió en la cabeza en una caída.