BERLÍN.- La justicia alemana condenó a 14 años de cárcel a un hombre que, en la víspera de las elecciones municipales en Colonia, atacó a cuchilladas a la candidata Henriette Reker, movido por el rechazo a la política de acogida de refugiados.
La Audiencia Territorial de Düsseldorf declaró culpable de intento de asesinato al agresor, identificado como Frank S., de 45 años y con antecedentes ultraderechistas, quien en octubre pasado se lanzó sobre la actual alcaldesa cuando ésta ultimaba su campaña electoral.
"El acusado pretendía crear un clima de miedo, movido por el rechazo contra la política de acogida de refugiados del país", según argumenta la sentencia respecto al atentado sufrido por Reker, el 17 de octubre de 2015, víspera de las elecciones municipales que ésta finalmente ganó.
La Fiscalía había pedido para el agresor cadena perpetua por considerar que era plenamente responsable de sus actos y que había actuado con la clara intención de matar a su víctima.
La defensa solicitó un máximo de 15 años de cárcel y presentó como atenuante varios informes forenses, según los cuales el procesado sufre trastornos psíquicos y paranoia narcisista.
En una confesión ante la policía, Frank S. había declarado que, de haber tenido ocasión, habría atacado a la canciller alemana, Angela Merkel, pero que se decidió por Reker visto que no tendría nunca la oportunidad de alcanzar a la jefa del Gobierno.
Reker, de 59 años, concurría como independiente y era la favorita al cargo. Resultó herida de gravedad y quedó en coma inducido durante varios días.
Tras lanzarse sobre ella, el procesado atacó a otras personas que estaban en el lugar, cuatro de las cuales resultaron heridas.
El agresor fue detenido de inmediato y tanto en los primeros interrogatorios policiales como en el juicio declaró que su propósito era evitar la elección como alcaldesa de Reker, quien era responsable en Colonia del alojamiento de los refugiados.
El acusado había estado vinculado al neonazi Partido Liberal de los Trabajadores Alemanes (FAP), prohibido en 1995, fue condenado a tres años de cárcel por delitos ultraderechistas y participó en varias marchas en homenaje a quien había sido lugarteniente de Adolf Hitler, Rudolf Hess.
La propia Reker explicó en el juicio que el agresor se acercó a pedirle una flor y la miró con amabilidad antes de sacar el cuchillo con el que le saltó en el cuello.
El caso provocó una gran conmoción en Alemania en medio de las tensiones políticas y sociales derivadas de la llegada de refugiados, en un año en que el país acabó recibiendo a 1,1 millones de peticionarios de asilo.
