SANTIAGO.- En enero de 2015, el edificio de la revista satírica francesa Charlie Hebdo fue sede de un atentado terrorista que terminó con doce personas fallecidas. Un día más tarde, un hombre se atrincheró en un supermercado matando a otras cuatro. Estos fueron los primeros de una serie de ataques que han convertido a Francia en el principal blanco de los grupos islamistas radicales.
En menos de dos años el país europeo ha sido víctima de mortíferos tiroteos, explosiones de bombas y, ahora, de la embestida de un camión que tras recorrer cerca de dos kilómetros a gran velocidad por el turístico Paseo de los Ingleses en Niza, provocó la muerte de al menos 84 personas.
El más mortífero de los ataques, sin duda, fue el perpetrado el pasado 13 de noviembre en París. Cinco puntos de la capital francesa fueron impactados por suicidas con cinturones bomba y atacantes con metralletas. El saldo final fue de 130 muertos.
Pero a diferencia de lo que se puede esperar, tras este último ataque, los atentados no han cesado en el país, pues diversos tiroteos, aunque de menor impacto, han mantenido en alerta a las fuerzas de seguridad francesas.
"Ojo por ojo"
El suceso en Charlie Hebdo se produjo después de que la revista se burlara de Mahoma en varias ocasiones. Las publicaciones de sus irónicas portadas generaron la furia de islamistas radicales que decidieron finalmente actuar. Pero según expertos, el resto de los ataques respondería a una provocación distinta.
Francia es uno de los países símbolo de Europa, que además forma parte de aquellos que han extendido parte de sus ejércitos por Irak y Siria, en el marco de su lucha contra el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda. Además, el país cuenta con procedimientos antiterroristas en varios países africanos.
"Es una ley del Talión (ojo por ojo), una represalia por los bombardeos de la coalición (…) El primer comunicado oficial de amenaza de atentado en Francia fue emitido dos semanas después de los bombardeos, en septiembre de 2014", dijo el analista David Thompson a Radio Francia Internacional, quien recordó el inicio de la participación del país europeo en la lucha antiyihadista.
Pero al mismo tiempo, es uno de los que recibe gran cantidad de migrantes africanos y de Medio Oriente. El problema, es que suelen ser rechazados y desanclados por la sociedad francesa, viéndose obligados a vivir en guetos y sin oportunidades de encontrar trabajo.
"Estas poblaciones inmigrantes permanecen en barrios cerrados, solo se asimilan entre sí y no son aceptados en la población en general", afirmó a CNN el ex director adjunto del FBI, Tom Fuentes. En Francia el islam es la segunda religión más seguida, con más de cinco millones de fieles, más de un 7% de la población.
Aún más, este repudio crece si se considera que en el país galo el partido ultraderechista Frente Nacional, que proclama su rechazo total a la inmigración, adquiere cada vez más adherentes. De hecho, las encuestas prevén que Marine Le Pen, su popular líder, pasará a la segunda vuelta de las presidenciales en 2017.
Nido de yihadistas
Otra de las causas que podría haber puesto al país en el ojo del terrorismo, es que un gran número de franceses haya cedido ante la convocatoria de grupos radicales para convertirse en combatiente. El director ejecutivo del comité antiterrorista del Consejo de Seguridad de la ONU, Jean-Paul Laborde, advirtió que son alrededor de 30 mil los extranjeros actualmente presentes en Irak y Siria, y que componen las filas de una infinidad de grupos terroristas, no sólo del EI.
La ciudad costera de Niza es precisamente una de las más afectadas por la migración de sus ciudadanos a Medio Oriente. Se estima que más de cien jóvenes han partido desde esta ciudad para combatir en grupos radicales. Además, en los últimos años se ha detectado que barrios populares de la ciudad han recibido la visita constante de reclutadores.
Ante esta situación, Laborde advirtió sobre otro problema. Según explicó, el avance de la misiva antiterrorista, de la cual participa Francia, irá generando que gran parte de dichos militantes vuelvan a sus lugares de origen paulatinamente. "Cuanto más se intensifica la lucha contra los grupos terroristas en Irak y Siria, los líderes de estas formaciones les dirán a sus correligionarios en otros lugares: no vengan, quédense en sus casas y perpetren ataques allí", aseveró.
Así, con la amenaza de otro atentado cada vez más latente, el Gobierno francés ha decidido proponer una extensión de su estado de emergencia, vigente desde los sucesos en París, para enfrentar el terrorismo que hasta ahora lo ha puesto en el objetivo predilecto de los yihadistas en Europa.
