SANTIAGO.- Desde este lunes y hasta el jueves 22 de julio, todos los ojos estadounidenses estarán puestos en el estadio Quicken Loans Arena en Cleveland, Ohio, donde se celebrará una nueva y atípica convención del Partido Republicano.
El magno evento, que albergará a miles de políticos, empresarios y ciudadanos conservadores, buscará establecer las directrices que seguirá la coalición, pero más importante, consagrará a su único precandidato presidencial que queda en carrera como su gran representante de cara a las elecciones de próximo 8 de noviembre: Donald Trump.
Pero la naturaleza del polémico magnate y la división del partido en torno a su candidatura, ha generado que la cita esté marcada por varias peculiaridades que denotan el complejo escenario que viven los conservadores estadounidenses.
Bajan los políticos
Una de ellas tiene relación con la baja asistencia de políticos del sector, pues se ha anunciado que al menos 50 de las figuras claves del sector no estarán presentes en la cita: el senador Steve Daines, de Montana, dijo que estará con su esposa pescando con mosca; Jeff Flake de Arizona dijo que tiene que cortar el pasto; Lisa Murkowski de Alaska afirmó que estaría viajando por su estado; y el senador Lindsey Graham de South Carolina tampoco quiso asistir.
Pero entre las ausencias más notorias están las de los dos ex Presidentes George H. W. y George W. Bush, quienes siempre se mostraron reacios a aceptar la aspiración de Trump a la Casa Blanca, y las de los ex candidatos presidenciales del partido, John McCain y Mitt Romney.
En esa misma línea, las figuras del mundo de la banca y de Wall Street, que suelen ser los primeros en concurrir a este evento para consolidar las relaciones con varios de sus importantes clientes, esta vez decidieron rechazar la invitación. Y es que los ataques de Trump contra los acuerdos comerciales y sus polémicas propuestas para una eventual gestión, los hace querer estar muy lejos de Cleveland esta semana.
Lo mismo ocurrió con empresas como Coca Cola, FedEx, Visa, Ford, General Electric y Apple, entre otras, que solían auspiciar la cita, pero que tras la criticada campaña de Trump en contra de la inmigración y otras minorías, han dejado de hacerlo.
Suben las celebridades
A pesar de ello, el deslenguado empresario y ex figura de televisión no estará solo. Asistirán algunos de sus ex rivales como el senador por Texas Ted Cruz y el representante de Florida, Marco Rubio, pero también estará acompañado de una mayor cantidad de celebridades y empresarios.
Entre ellos la actriz estadounidense Kimberly Brown ("Halloweentown"); el actor y ex modelo Antonio Sabato ("General Hospital"); la estrella de A&E Willie Robertson ("Duck Dynasty"); el creador de Paypal, Peter Thiel; y el jugador de fútbol americano Tim Tebow.
Con el lema Make America great again" (Hagamos que EE.UU. vuelva a ser grande), el magnate del mundo inmobiliario será respaldado por 62 oradores, que durante toda la cita buscarán realzar su imagen, y por un gran show digno de la estrella de reality. Cinco de esos cupos los ocuparán su esposa, Melania, y cuatro de sus hijos: Ivanka, Eric, Donald Jr, y Tiffany.
Protestas y seguridad
Esta especial convención también estará marcada por el alto resguardo policial y las protestas en contra del magnate. El gobierno de la ciudad de Cleveland dispuso más de seis kilómetros de vallas alrededor del Quicken Loans Arena como una de las estrictas medidas de seguridad que se llevarán a cabo para proteger el perímetro de posibles disturbios.
En una antesala de las manifestaciones que se esperan, este domingo al menos cien mujeres se desnudaron frente a la sede del evento, para reclamar por las políticas que prometió Trump y en contra del mismo Partido Republicano.
Pero lo que más preocupa a la policía son los actos de violencia que se han generado anteriormente en algunos de los actos de campaña del multimillonario, en los que detractores y adherentes han protagonizado peleas y agresiones. Más aún, en un estado como el de Ohio, donde la ley permite a los ciudadanos portar armas.
De todas formas, Trump, que cerrará los discursos este jueves, se enfocará esta semana en convocar a la mayor cantidad de conservadores posibles y de atacar a su virtual rival Hillary Clinton, que aún siendo demócrata, roba una gran parte de los votantes republicanos descontentos con su candidato.