PARÍS.- El Presidente francés, François Hollande, anunció este viernes los medios militares suplementarios que su país pondrá para la coalición que lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, pero también el refuerzo de la seguridad en el propio territorio francés tras el atentado de Niza del pasado 14 de julio.
"La amenaza terrorista está ahí (...) a un nivel elevado" y "va a durar", de forma que "tenemos que defendernos en nuestro territorio" y actuar "en el exterior para erradicar el terrorismo", señaló Hollande en una declaración al término del cuarto consejo restringido de seguridad y defensa después de ese atentado.
Francia enviará equipos de artillería para que el Ejército iraquí los tenga el mes próximo y, a finales de septiembre, su portaaviones "Charles de Gaulle" volverá una vez más a la región para aumentar la capacidad de ataque de sus aviones, que todos los días bombardean posiciones del EI en Siria e Irak.
El jefe de Estado francés explicó que se trata de apoyar a los socios de la coalición internacional contra la organización terrorista en esos dos países, al tiempo que reiteró que Francia no tendrá fuerzas terrestres combatiendo.
Para hacer frente a los riesgos de nuevos atentados, recordó que esta semana el Parlamento ha prolongado otros seis meses el estado de emergencia, y eso permitirá reanudar los registros de domicilios sin orden judicial, imponer restricciones de movimientos a personas sospechosas de terrorismo o cerrar mezquitas salafistas.
Pero, en respuesta a los que piden medidas radicales, advirtió que el límite es la Constitución y "las reglas fundamentales del derecho", porque violarlas "sería perder la batalla contra el terrorismo".
En cualquier caso, admitió que el estado de emergencia "no nos protege de todo" y por eso justificó un incremento del dispositivo de seguridad al subir hasta 10.000 los militares en misión antiterrorista, con una vigilancia que se extenderá a eventos estivales y zonas turísticas.
En la misma línea, "desde finales de este mes se movilizarán 15.000 hombres y mujeres" de la reserva operativa de la Gendarmería y de la Policía Nacional, a los que se añadirán los reservistas del Ejército, y a más largo plazo la intención es "constituir una verdadera Guardia Nacional".
El jefe de Estado aprovechó para defender a su Gobierno de las críticas por fallas en el dispositivo de seguridad en el paseo de los Ingleses de Niza cuando se produjo el ataque terroristas, y en particular las acusaciones contra su ministro de Interior, Bernard Cazeneuve.
El diputado del Frente Nacional, Gilbert Collard, reiteró hoy esos ataques a Cazeneuve, al afirmar que "el ministro del Interior ha mentido" sobre el número de policías y sobre el dispositivo de Niza y "tendría que haber dimitido ya".
"Tenemos un país que no está gobernado", se indignó Collard, cuyo partido propone, entre otras cosas, la expulsión de los extranjeros que sean condenados también por delitos de delincuencia común, haciendo notar que el autor de la matanza de Niza había sido sentenciado en mayo por violencias en un incidente de tráfico.
Hollande contó que 12 personas heridas en ese atentado (más de 330 llegaron a ser hospitalizadas) continúan en estado crítico y, tras recordar a los 84 muertos, precisó que entre las víctimas hay 18 nacionalidades.
Un ataque que, como quiso puntualizar, había sido "premeditado desde hacía semanas" por el terrorista Mohamed Bouhlel, que además "tuvo complicidades".
Una alusión a las cinco personas que la pasada madrugada ingresaron en prisión después de haber sido imputadas por sus vínculos con Bouhlel, tres de ellos en tanto que cómplices de la matanza y los otros dos (una pareja de albaneses) por suministrar la pistola que utilizó contra los policías que finalmente le abatieron.