Hinckley en una fotografía de 2003.
WASHINGTON.- John W. Hinckley, el hombre que baleó al presidente Ronald Reagan en 1981, será liberado de un hospital psiquiátrico más de 35 años después del intento de asesinato, ordenó hoy un juez federal de EEUU.
Hinckley, de 61 años, ya no supone una amenaza para él o para otras personas y podrá salir del Hospital St. Elizabeth's de Washington el próximo 5 de agosto, aunque estará sujeto a condiciones de tratamiento y supervisión, afirmó el juez Paul L. Friedman en un dictamen emitido en la capital estadounidense.
El fallo de Friedman se da a más de 35 años después del fallido intento de asesinato contra el entonces presidente estadounidense, el 30 de marzo del 1981.
Los médicos desde hace tiempo opinan que Hinckley ya no se ve aquejado de las dolencias psiquiátricas que lo llevaron a intentar matar a Reagan frente a un hotel de Washington. Lo hizo porque ansiaba impresionar a la actriz Jodie Foster.
La salida de Hinckley del Hospital St. Elizabeths en Washington se prepara desde hace más de una década. A fines del 2003, el juez le permitió realizar visitas de un día a sus padres en un suburbio de la capital estadounidense.
En el 2006, Hinckley comenzó a visitar a sus padres en Williamsburg, Virginia, por lapsos de tres días. Esos lapsos han ido aumentando en años recientes Hinckley ha estado pasando 17 días al mes en la casa, que está en un complejo residencial amurallado y es adyacente a un campo de golf. Reagan falleció en el 2004 a los 93 años de edad.
Cuando no está dentro del hospital, Hinckley debe cumplir con ciertas restricciones y éstas continuarán ahora que se reincorpore a la sociedad. Tendrá que asistir a sesiones de psicoterapia individual y grupal, y tiene prohibido hablarle a los medios de comunicación. Puede manejar, pero con restricciones. El Servicio Secreto suele monitorearlo.
A pesar de las restricciones, la vida en Williamsburg probablemente será bastante activa para Hinckley. Según documentos judiciales y declaraciones en un audiencia reciente sobre la posibilidad de dejarle libre, ha estado trabajando como voluntario en una iglesia y en un hospital psiquiátrico.
También ha asistido a reuniones para gente con problemas psiquiátricos, a charlas en un museo local y a conciertos. Suele pintar o tocar la guitarra, y recientemente desarrolló un interés en la fotografía. También ha indicado que le gustaría trabajar a tiempo completo y en algún momento ingresó en un Starbucks y en un Subway para buscar trabajo allí.
"No me gusta estar todo el día viendo televisión, quiero hacer cosas", dijo Hinckley según un documento judicial. Ha dicho, además, que quiere "adaptarse" y ser "un buen ciudadano".