BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que el país está "en guerra contra el Estado Islámico", algo que consideró "indiscutible", pero dejó claro que no está "en ninguna guerra contra el islam".
En una rueda de prensa tras los últimos atentados registrados al país, Merkel recordó que Alemania participa en la coalición internacional que lucha contra la organización yihadista en Siria e Irak con aviones que realizan labores de reconocimiento y abastecimiento en vuelo y descartó ampliar su compromiso por el momento.
La canciller consideró claro que los últimos atentados en Würzburg y Ansbach muestran que el terrorismo islamista ha llegado a Alemania. Lamentó la "inseguridad generalizada" que han provocado los atentados, protagonizados por refugiados, y subrayó que la responsabilidad del Estado es restaurar la confianza de los ciudadanos.
En ese contexto, volvió a defender la política de acogida de quienes huyen de la guerra y la persecución y garantizó que se reforzarán las medidas de seguridad.
La canciller presentó un plan de nueve puntos con muchas de las medidas ya en marcha y que incluye, por ejemplo, facilitar las expulsiones de extranjeros sin derecho a asilo o de refugiados que delincan e implicar al Ejército en los casos de alerta terrorista.
Intento de golpe en Turquía
Asimismo, la líder alemana cuestionó las "reacciones desproporcionadas" del Gobierno de Turquía al intento de golpe de Estado del 15 de julio.
Según dijo, Turquía debe mantenerse en "los principios del Estado de Derecho" y estos deben ser el "principio prioritario", por encima de la "legitimidad" que tiene el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para responder a los golpistas.
"Me preocupa que, en su proceder, el principio de la proporcionalidad haya quedado desplazado", afirmó Merkel, que recordó el "especial interés" de su país por Turquía ya que más de tres millones de ciudadanos de origen turco viven en Alemania.
La canciller dijo "seguir muy de cerca" todo lo que está ocurriendo en ese país, con el que según afirmó, debe mantenerse un "estrecho diálogo" por su carácter de socio de la OTAN y también por el papel que desempeña en la búsqueda de soluciones a la crisis de refugiados.