Khizr M. Khan contó la historia de su hijo durante la Convención Demócrata que acabó anoche en Filadelfia (Pensilvania).
Reuters
FILADELFIA.- La historia de Humayun S.M. Khan, un soldado musulmán fallecido en Irak, contada hoy por su padre en la Convención Demócrata confrontó el rencor expresado por el candidato presidencial republicano Donald Trump, que propone prohibir la entrada de los musulmanes a Estados Unidos.
"Nuestro hijo, Humayun, tenía el sueño de ser un abogado militar. Esos sueños los dejó a un lado el día en que sacrificó su vida para salvar a sus compañeros militares", contó hoy Khizr M. Khan, el padre del soldado fallecido, en la Convención Demócrata que acabó el jueves en Filadelfia (Pensilvania).
Cuando estaba en una misión en el norte de Bagdad, en junio de 2004, el capitán Humayun S.M.Khan hizo retroceder a toda su tropa y se aseguró de que estaban a salvo, pero un auto bomba estalló, acabó con su vida y le convirtió en uno de los 14 militares estadounidenses musulmanes muertos tras los ataques del 11 de septiembre.
Hoy su padre lanzó un fuerte alegato en contra de Donald Trump desde el escenario de la Convención Demócrata, que designó oficialmente a Hillary Clinton como candidata presidencial.
"Si fuera por Donald Trump, él (mi hijo) nunca habría vivido en Estados Unidos", subrayó M. Khan acompañado de su mujer y en referencia a la propuesta del magnate para prohibir la entrada a EE.UU. de los musulmanes con el fin de combatir a grupos terroristas como el Estados Islámico (EI).
"Donald Trump, usted está pidiendo a los estadounidenses que confíen en usted con su futuro. Déjeme que le pregunte: ¿Ha leído la constitución de Estados Unidos? Con mucho gusto le presto mi copia. En este documento busque las palabras 'libertad' e 'igualdad ante la ley'", dijo M. Khan con una copia de la Constitución en la mano.
De esta forma, el musulmán se dirigió a Trump para preguntarle si alguna vez había estado en el cementerio de Arlington, establecido como camposanto nacional en 1864, durante la guerra civil estadounidense, y en donde descansan más de 400.000 soldados estadounidenses y sus familias.
"Vaya a buscar entre las tumbas de los patriotas valientes que murieron en defensa de Estados Unidos, verá todos los credos, géneros y etnias", pidió a Trump el padre del militar fallecido.
"Usted no ha sacrificado nada ni a nadie", resaltó Khan, que recibió una gran ovación del público y cuyo testimonio ha ganado gran popularidad en las redes sociales.
El discurso de M. Khan casi eclipsó una de las intervenciones estelares de la noche, la de John Allen, exenviado especial de EEUU para la coalición internacional contra el Estado Islámico y que expresó su apoyo a Clinton, a la que consideró la persona mejor preparada para dirigir las Fuerzas Armadas.
"Lo que está en juego es enorme. No debemos y no podemos quedarnos al margen" destacó hoy Allen, también exjefe de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán y que apareció sobre el escenario rodeado de una decena de veteranos de guerra.
"Sé que con ella (Clinton) como nuestra comandante en jefe, nuestras relaciones internacionales no se reducirán a una transacción de negocios. Sé que nuestras Fuerzas Armadas no se convertirán en un instrumento de tortura y no cometerán asesinatos u otras actividades ilegales", añadió el prestigioso ex militar.
Interrumpido por gritos de "U-S-A" y "no más guerras", Allen hizo referencia, sin nombrarlo, a Trump, que ha sugerido que si es presidente usará la tortura para interrogar a sospechosos de terrorismo.
Los demócratas no reservaron un día específico para hablar de seguridad, a diferencia de los republicanos en su convención celebrada la semana pasada en Cleveland (Ohio).
De esta forma, los testimonios se fueron intercalando con la intervención ayer del ex secretario de Defensa Leon Panetta, quien cargó contra Trump y dijo que los estadounidenses merecen un comandante en jefe "serio" como Clinton.
De esta forma, los altos cargos del Ejército se dedicaron a alabar los conocimientos militares de Clinton, que durante su tiempo como secretaria de Estado (2009-2013) demostró estar decidida a defender la influencia estadounidense en el mundo y exhibió un mayor apetito intervencionista que su jefe, el presidente Barack Obama.
Pero, a los testimonios de los mandos militares, se unieron enternecedores palabras como las de Khizr M. Khan, que se convirtió sin quererlo en uno de los protagonistas de la Convención Demócrata.