BEIJING.- El escudo antimisiles THAAD que Corea del Sur ha acordado instalar en su territorio con tecnología estadounidense es un proyecto que amenaza la seguridad de China y Rusia, y refleja "la ansiedad ruin de EE.UU. por el declive de su hegemonía global", aseguró hoy la agencia oficial Xinhua.
En un comentario publicado por el medio estatal, se asegura que el THAAD (siglas en inglés de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) muestra "el insaciable apetito de Washington por la hegemonía global y su vana ansiedad hacia un enemigo imaginario procedente de una China en ascenso".
Los Gobiernos de China y Rusia han criticado el proyecto, según Seúl y Washington desplegado para defender a Corea del Sur de la creciente agresividad de su vecina Corea del Norte, pero que Beijing alega que tiene el "motivo oculto" de vigilar el armamento chino y ruso.
"El THAAD puede ser usado para recopilar con radar datos de misiles y señuelos de China y Rusia, controlando así nuestros ensayos, lo que permitirá a Estados Unidos neutralizar estas herramientas disuasorias poniendo en peligro la seguridad nacional" china y rusa, señala el artículo de hoy.
También se pone en duda en el editorial la efectividad del escudo contra el armamento norcoreano, ya que el THAAD intercepta principalmente misiles intercontinentales a gran altitud, cuando el arsenal de Pyongyang posee cohetes de corto alcance y armas convencionales que podrían esquivar esa defensa.
"Después de años proclamando la falsa 'amenaza china', Washington ahora trae amenazas reales y estratégicas a las puertas de China", afirma la agencia oficial.
Corea del Sur confirmó el mes pasado los planes de despliegue de este escudo en la zona de Seongju, a 300 kilómetros al sureste de Seúl, donde podría entrar en funcionamiento ya el próximo año.
El plan también ha sido recibido con protestas por parte de los ciudadanos de la zona del futuro escudo por temor a los efectos perjudiciales para la salud del THAAD, lo que llevó hoy al Gobierno surcoreano a aceptar una revisión del emplazamiento designado.
Estos residentes de Seongju temen que las ondas electromagnéticas empleadas por el radar AN/TPY-2, que formará parte del THAAD, puedan causar cáncer, infertilidad y daños a los cultivos, además de situarles en el punto de mira en caso de un hipotético ataque de Corea del Norte.