ATENAS.- La sede de la conferencia episcopal griega, en el centro de Atenas, fue esta madrugada blanco de un ataque con bombas molotov, convirtiéndose en una nueva agresión contra edificios de la iglesia ortodoxa griega.
Según informó la Policía, el ataque con cuatro bombas incendiarias causó además daños en dos vehículos que se encontraban estacionados en el patio del edificio y se está investigando las identidades de los autores del ataque.
"No se tolerará ningún acto de violencia", dijo en un comunicado la portavoz del Gobierno, Olga Gerovasili, y recalcó que la Constitución griega garantiza la libertad religiosa y la práctica de la religión sin obstáculos y que el Estado salvaguarda este derecho.
El principal partido de la oposición, la conservadora Nueva Democracia, atribuyó estos ataques a la ausencia de una condena clara por parte del gubernamental Syriza, que sin embargo condenó los ataques en un comunicado.
"Condenamos inequívocamente el incendio que tuvo lugar en el Monasterio Petrakis en la madrugada del lunes. Acciones de este tipo conducen a una intensificación de los reflejos conservadores de la sociedad", dijo en un comunicado Syriza.
En las últimas semanas se han producido varios ataques de este tipo a diversas iglesias del país, como por ejemplo en Atenas, Salónica o Creta, aunque sin causar graves daños.
Estos ataques no han sido reivindicados todavía aunque podrían estar relacionados con el desalojo de varios edificios ocupados por activistas pro-refugiados en Salónica, donde dieron alojamiento a un grupo de migrantes y refugiados durante meses.
Uno de estos edificios era un orfanato en desuso propiedad de la iglesia ortodoxa griega, y su desalojo desencadenó una protesta en la catedral de Salónica, tras la que fueron detenidas 26 personas, entre ellas una española de 22 años.
La serie de ataques a iglesias por todo el país comenzó tras este incidente.