CARACAS.- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, decretó este viernes un incremento de 50% en el salario mínimo a partir del primero de septiembre, unos 35 dólares mensuales a la tasa de cambio más alta o 22 dólares según la referencia del mercado negro.
En cadena nacional, el mandatario socialista anunció el tercer aumento del sueldo mínimo en lo que va de año, en medio de un clima de descontento en el país por la dura crisis económica, con una inflación de 180,9% en 2015 y proyectada en 720% por el FMI para 2016.
De igual forma Maduro aumentó 128,5% el bono de alimentación, que ahora llega a 42.480 bolívares, un beneficio que perciben todos los trabajadores y es válido para pagar en supermercados y farmacias, pero que no incide en el cálculo de vacaciones o prestaciones sociales.
La mejora del ingreso mínimo mensual, ahora de 65.056 bolívares (101 dólares a tasa oficial), incluirá los escalafones de los trabajadores públicos, los pensionados y efectivos militares.
Los venezolanos, además de alto costo de la vida, padecen una altísima escasez de 80% de los productos básicos, según cálculos privados, en una economía en recesión desde 2013 y que se contrajo 5,7% en 2015.
El economista Henkel García, director de la firma Econométrica, pronostica que la medida podría llevar la inflación hasta 900% este año.
"Hagan lo que hagan, sin solucionar los problemas del lado de la oferta (producción e importaciones) no habrá mejora en el poder de compra", escribió en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, Maduro defendió la medida señalando que "es un ajuste para defender al pueblo de la guerra económica" que atribuye al sector privado contra su gobierno para desestabilizarlo.
Además, apuntó que el chavismo ha decretado 34 aumentos del salario mínimo en los últimos 17 años.
Aunque no hay cifras oficiales sobre la inflación de 2016 -el Banco Central no ha divulgado datos- la canasta de alimentos básicos aumentó 26% en junio y se ubicó en 255.436 bolívares (398 dólares a la tasa oficial más alta), según un estudio elaborado por el Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores (Cenda).
Un 63% de los venezolanos considera que un eventual diálogo entre el gobierno y la oposición -que impulsa un referendo para revocar el mandato de Maduro como salida a la crisis- debe dar prioridad a las dificultades económicas, según una encuesta de finales de julio de la firma Hinterlaces.