WASHINGTON.- El candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump, recorrió hoy zonas afectadas por las graves inundaciones ocurridas en Luisiana, y que han dejado ya al menos 13 muertos y 40.000 viviendas anegadas, a la vez que criticó al Presidente Barack Obama por no visitar el estado.
Trump realizó una rápida visita acompañado por su candidato a la Vicepresidencia, Mike Pence, para visitar varios de los barrios dañados en Baton Rouge, capital del estado, y conversar con voluntarios y damnificados.
El magnate neoyorquino ha criticado que el presidente estadounidense, que está de vacaciones en la exclusiva isla Martha's Vineyard (Massachusetts), no haya viajado al sureño estado para interesarse por la situación de los miles de afectados.
"El presidente dice que no quiere ir, está tratando de acabar un partido de golf", afirmó ante los periodistas Trump tras un recorrido de tres horas antes de subirse de nuevo en su avión personal para desplazarse a Michigan, donde esta tarde tiene previsto participar en un acto de campaña.
"El estado necesita mucha ayuda. Lo que ha ocurrido aquí es increíble. Nadie entiende lo mal que está. Es realmente increíble. Así que estoy aquí para ayudar", dijo Trump.
La visita fue recibida con escepticismo por el gobernador demócrata de Luisiana, John Bel Edwards quien señaló en un comunicado que le daba "la bienvenida (a Trump), pero no para hacerse una fotografía".
Las fuertes lluvias y las consiguientes inundaciones se han cobrado ya 13 víctimas mortales y miles las personas que aún siguen en refugios a la espera de que bajen las aguas.
Bel Edwards ha señalado que al menos 70.000 personas se han inscrito como afectados de las inundaciones para recibir ayudas del Gobierno federal.
Grandes extensiones del territorio de Luisiana siguen bajo el agua y unas 40.000 viviendas están anegadas, lo que recuerda, a mucha menor escala, al desastre del huracán Katrina en 2005.