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Rousseff pide a senadores que rechacen su destitución: "Hagan justicia a una Presidenta honesta"

La Mandataria suspendida de Brasil dio un discurso de 40 minutos ante la Cámara Alta, instancia en la que insistió que el proceso que se sigue en su contra es "injusto" y se trata de un "golpe de Estado".

29 de Agosto de 2016 | 10:57 | Emol/Agencias
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AFP
SANTIAGO.- La Presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, pidió este lunes a los senadores que voten en contra de su destitución y eviten un "golpe de Estado", en el marco del juicio político que se lleva a cabo en la Cámara Alta del país sudamericano.

"Pido que hagan justicia a una Presidenta honesta", dijo la Mandataria al final de su discurso en el Congreso, instancia en la que llamó a los senadores a que "voten contra el impeachment, voten a favor de la democracia".

En este sentido, aseguró que "condenar sin pruebas, condenar a un inocente será un precedente. No acepten un golpe, en vez de solucionar agravará la crisis brasileña. Soy una persona honesta (...) voten sin sentimiento, porque lo que los senadores sienten por mí, importa menos que lo que sentimos por la democracia y por el país".

"Para que la democracia se imponga, también es necesario una sentencia justa (...) no se ha respetado un debido proceso legal", insistió la Mandataria, como lo ha hecho constantemente desde que fue suspendida del cargo el pasado 12 de mayo.

Asegura inocencia

Durante su discurso de 40 minutos ante la Cámara Alta, Rousseff partió señalando que "estamos a un paso de una grave ruptura institucional, estamos a un paso de la concreción de un verdadero golpe de Estado".

"Un golpe que si se consuma, resultará en la elección indirecta de un gobierno usurpador", añadió la Mandataria de 68 años, quien repitió que es "inocente".

Según ella, las acusaciones son meros "pretextos" para que se impongan políticas que "atentarán contra los derechos sociales" que los brasileños "conquistaron" desde 2003, cuando llegó al poder su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, presente hoy en las tribunas del Senado junto a los miembros del gabinete de Rousseff y la leyenda de la música brasileña Chico Buarque.

"La posibilidad del 'impeachment' se convirtió en un asunto central en la pauta política y de parte de la prensa apenas dos después del inicio de mi segunda gestión", que comenzó en un "clima de permanente riesgo político provocado por la oposición", dijo Rousseff, quien afirmó que entonces comenzó a gestarse "el golpe".

Asimismo, la jefa de Estado hizo un repaso de su vida política, que comenzó durante la dictadura, vinculada a grupos que se alzaron en armas contra el régimen y que la llevó a la cárcel, en la que confesó haber "temido" por su vida "las secuelas de la tortura", pero afirmó que no cedió.

Aseguró que ahora se pretende someterla a "la pena de muerte política" y que está "por segunda vez frente a un tribunal".

"La primera vez fui condenada por un tribunal de excepción y de ello quedó una foto en la que miro de frente a mis verdugos con la cabeza erguida, mientras ellos se escondían", recordó.

"Hoy no hay prisión ilegal, no hay tortura, mis jueces llegaron aquí por el mismo voto popular que me llevó a la presidencia y les tengo el mayor respeto por eso, pero los sigo mirando con la cabeza erguida y sufro de nuevo con el sentimiento de injusticia y el recelo de que la democracia sea traicionada", declaró.

Tras su discurso, Rousseff se sometió a los cuestionamientos de los 81 senadores, quienes tienen cinco minutos cada uno para hacerle preguntas.

Luego de esto, el proceso continuará con las exposiciones y la votación final de los parlamentarios, lo que comenzaría este martes y se extendería hasta el miércoles. En caso de que 54 o más legisladores aprueben el juicio político, la Mandataria deberá dejar la Presidencia inmediatamente y quedará inhabilitada de ejercer cargos públicos durante ocho años.