SANTIAGO.- "Conservador en lo económico y liberal en lo social", así se describe a sí mismo Gary Johnson, el miembro del Partido Libertario (PL), que ha logrado introducirse en la carrera presidencial de Estados Unidos de cara a las elecciones del próximo 8 de noviembre.
El ex gobernador del estado de Nuevo México ha logrado avanzar en su postulación a la Casa Blanca desde su elección en mayo pasado como el líder indiscutido y candidato de su partido con más del 50% de los votos.
Según el promedio de las últimas encuestas realizado por la página Real Clear Politics, Johnson ya cuenta con un 7,6% de las preferencias. Si logra alcanzar el 15%, podrá participar de los debates televisivos y alcanzará la visibilidad de la que generalmente sólo gozan los aspirantes de los dos partidos más importantes del país: el Demócrata y el Republicano.
Por ello es que, para muchos, este empresario de 63 años se ha vuelto una alternativa tanto para los disconformes con el candidato republicano Donald Trump y para los reacios a la demócrata Hillary Clinton.
Conservador pero liberal
Como "liberal", Johnson defiende que el Estado debe inmiscuirse lo menos posible en las decisiones de los ciudadanos. Así, se ha mostrado abiertamente en contra del control de armas y a favor de la aprobación del matrimonio igualitario, la legalización del aborto y de la marihuana. "Creemos que las personas tienen que poder tomar las decisiones sobre su vida sin que participe el gobierno (…) La mayoría de los estadounidenses son libertarios, sólo que no lo saben", respondió Johnson en entrevista con la cadena CNN.
De hecho, ha admitido ser un habitual consumidor de cannabis. En julio de 2014, incluso, fue nombrado CEO de Cannabis Sativa Inc., una compañía de Nevada que vende productos en base a dicha planta. Sin embargo, prometió a sus electores que dejará la sustancia mientras sea candidato y más, si llega a ser presidente. "No defiendo la legalización de otras drogas, pero si mañana las legalizáramos todas, el mundo sería un lugar mejor ", sostuvo.
Entre otras cosas, también afirmó que perdonaría a Edward Snowden, quien filtró información clasificada de la CIA y que vive exiliado en Rusia desde 2014: "Es alguien que ha divulgado información que no sabríamos de otro modo: que el gobierno nos espía a todos los ciudadanos", señaló.
Además, asegura haber escalado al menos un monte en cada continente -incluyendo el Everest-, y haber participado de varias competencias de Ironman a lo largo de su vida.
En lo económico, el ex gobernador buscaría reducir el presupuesto federal, terminar con la Reserva Federal, poner fin al impuesto a la ganancia y remplazarlo por un impuesto al consumo, y eliminar todas las barreras innecesarias al libre comercio. También anularía la reforma de salud conocida como Obamacare y las prestaciones médicas públicas. En política exterior Johnson se opone al intervencionismo militar y al control de la migración. "Necesitamos hacer a América cuerda de nuevo", ha dicho en alusión al lema de Trump.
Johnson candidato
Nacido en Dakota del Norte, su origen no es la zona política. Con solo 23 años fundó su primera empresa llamada "Big J Enterprises", dedicada al rubro de la construcción y que sólo tenía un funcionario. Poco después lograría conseguir un millonario acuerdo con Intel que hizo crecer su empresa hasta llegar a tener más de mil empleados e ingresos de 38 millones de dólares anuales.
En 1994 su debut político lo hace como candidato a gobernador por el Partido Republicano en el estado fronterizo de Nuevo México. Ganó y logró mantenerse en el cargo por ocho años.
Fue en 2011 que decidió competir en ligas mayores. Se postuló como precandidato republicano para los elecciones generales de 2012, pero pronto dejó de contar con el respaldo del partido. Ante ello, renunció a su militancia y se inscribió en el PL. Pero los resultados no fueron tan alentadores como esperaba. Aunque fue el mejor porcentaje del partido en una presidencial en sus 40 años de vida, en los comicios generales de 2012 consiguió sólo el 1% de los votos.
Hoy está decidido a lograr más y su opción se impulsa gracias al desdén que causan el resto de las opciones presidenciales. Por un lado, los más tradicionales del conglomerado conservador aún no se resignan al desbordado estilo de Trump y algunos ven con cierto interés que Johnson haya convocado al ex gobernador de Massachusetts, Bill Weld, de larga carrera republicana, como compañero de lista.
Mientras que por el lado demócrata, los seguidores jóvenes del ex precandidato Bernie Sanders, se muestran reacios a apoyar a Clinton, a la que llaman "Mrs. Wallstreet", y podrían verse atraídos por las propuestas más liberales de Johnson.
En cualquier caso, Gary Johnson vino a remecer la carrera por el sillón presidencial y, a pesar de que tiene muy pocas posibilidades de ganar, de seguro otorgará una cuota de incertidumbre a la guerra entre el rubio magnate y la ex primera dama.
