KABUL.- Los talibanes rompieron hoy el cordón de seguridad alrededor de Trinkot, capital de la provincia de Uruzgan, en el centro de Afganistán, y penetraron en la ciudad en medio de intensos enfrentamientos.
Los talibanes comenzaron el ataque contra esa ciudad hace tres días desde diferentes lugares y han ido conquistando posiciones en los alrededores hasta que hoy lograron penetrar en algunas partes del norte y el este de la urbe, indicó el portavoz del gobernador provincial, Dost Muhammad Nayab.
La fuente precisó que los combates han llegado hasta apenas "300 o 500 metros" de la sede de la Gobernación y del cuartel de la Policía.
"Todas las fuerzas disponibles están luchando en este momento y la Aviación nos está dando apoyo, esperamos que nuestras tropas puedan controlar la situación y detener a los insurgentes hasta la tarde", indicó Nayab.
"Las cosas no van bien", agregó, tras explicar que en los últimos días los talibanes han venido tomando decenas de puestos policiales y que siguen avanzando pese a haber sufrido "duras bajas".
Según dijo, los talibanes están usando armamento pesado para atacar las sedes gubernamentales, donde resisten las fuerzas policiales.
De confirmarse la toma de Trinkot por parte de los talibanes, sería la segunda vez que el mayor grupo insurgente del país conquista una ciudad desde que fueron sacados del poder en 2001.
En septiembre del año pasado, los talibanes llegaron a tomar durante unos días la ciudad de Kunduz en su mayor victoria militar desde 2001, lo que obligó a una operación de grandes dimensiones con apoyo aéreo de Estados Unidos para recuperar esa capital clave del norte del país.
El grupo insurgente ha estado ganando posiciones en los últimos meses tanto en la provincia de Kunduz como en Helmand, en el sur, cuya capital han tenido sitiada durante meses y en donde continúan los combates.
De acuerdo con fuentes estadounidenses, los talibanes controlan actualmente alrededor de un tercio de país, en medio de una creciente violencia desde el final de la misión militar de la OTAN el 1 de enero de 2015.
La actual misión de la Alianza Atlántica, Apoyo Decidido, cuenta con cerca de 13.000 efectivos en labores de asistencia a las tropas afganas y, según los planes de la Alianza, continuará hasta finales de 2016, un año más de lo previsto, por la inseguridad en Afganistán.
Estados Unidos mantiene 9.800 efectivos en misión de combate, de los que mantendrá 8.400 para el próximo año, después de que el presidente Barack Obama, decidiera dar marcha atrás a su propósito inicial de reducir a la mitad esa dotación para 2017.