WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, invocó la Biblia y celebró la resiliencia y la diversidad de los estadounidenses, al participar en una ceremonia del Pentágono que recordó a las tres mil vidas perdidas hace 15 años, el peor ataque terrorista en la historia de ese país.
En su discurso, pronunciado en una cálida y soleada mañana en las oficinas del Departamento de Defensa, Obama dijo que los grupos extremistas como el Estado Islámico y Al Qaeda saben que nunca podrán derrotar a Estados Unidos, por lo que se enfocan en tratar de crear miedo.
"Como estadounidenses no cedemos al miedo", delcaró.
Obama también citó el Libro de los Proverbios: "Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón".
Casi tres mil personas murieron en Nueva York, Pensilvania y en el Pentágono el 11 de septiembre de 2001. La bandera del país está hoy a media asta en Casa Blanca y otros edificios federales. Obama invitó a gobernadores, organizaciones interesadas e individuos a seguir el ejemplo.
Una década después de los ataques, el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, fue asesinado por fuerzas de EE.UU. en una operación autorizada por Obama en Pakistán.
Hoy, en lo que será su última conmemoración del 11-S como presidente, Obama urgió a los estadounidenses a no dejar que sus enemigos los dividan. La diversidad de EE.UU. –"nuestra herencia"– no es una debilidad, dijo.
"Es todavía y será siempre una de nuestras más grandes ventajas", declaró. La nación debe "mantenerse fiel a nosotros, fiel a lo mejor en nosotros –que no dejamos a otros dividirnos".
Más temprano esta mañana, Obama realizó un minuto de silencio en la Casa Blanca a las 8:46 horas (9:46 en Chile), en el momento en que el primero de los cuatro vuelos secuestrados impactó la torre norte del World Trade Center en Nueva York.
