BRUSELAS.- La solidaridad no puede imponerse a los países miembros de la UE, dijo el miércoles el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ante una intensa oposición en algunos países contra el plan europeo de cuotas de refugiados.
"La solidaridad debe ser voluntaria, debe venir del corazón", dijo Juncker en su discurso sobre el estado de la Unión en el Parlamento Europeo.
La Comisión Europea aprobó un plan obligatorio para repartir a 160 mil refugiados que estuvieran en Grecia, Italia y otros países abrumados por las llegadas entre los demás socios del bloque a lo largo de dos años. Países como Eslovaquia, que ahora ostenta la presidencia rotatoria de la UE, se han negado a participar. Hungría incluso inició un proceso legal contra el programa.
Un año más tarde, menos de 5.000 refugiados han sido trasladados.
Pese a su cambio de postura, Juncker pidió a los países de la UE que hagan "su parte justa" y trasladen a refugiados, además de refugiar a otros desde lugares como Turquía.
Asimismo, llamó a la unión del bloque pues, según dijo, éste se ha visto sacudido por el referéndum donde Reino Unido votó por el "Brexit".
Mientras exponía los planes de la Comisión por primera vez desde que el Reino Unido votó por salir de la UE el 23 de junio, Juncker destacó el proceso británico como una advertencia de que el bloque se enfrenta a una batalla por la supervivencia contra el nacionalismo en Europa.
"La Unión Europea no tiene suficiente unión", dijo Juncker ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. "Hay divisiones y a menudo existe fragmentación (...) lo que está dejando margen para un populismo galopante", agregó.
Sin embargo, subrayó que creía que el mayor bloque comercial del mundo sigue siendo una fuerza importante. "La UE como tal no está en riesgo", sostuvo.
