BANGKOK.- El juicio a los dos acusados de la bomba que estalló en un templo de Bangkok y que causó 20 muertos y 125 heridos el 17 de agosto de 2015, el peor atentado en Tailandia según el Gobierno, volvió a aplazarse este jueves.
¿La razón? El tribunal de justicia ofreció a los imputados una traductora uzbeka que fue rechazada porque, según la defensa, no la entendían bien, por lo que volvió a retrasarse, como sucedió hace tres semanas.
La próxima vista para elegir traductor se celebrará el 13 y 14 de octubre, según la corte citada por los medios locales.
Los imputados son Mohamad Bilal y Yusufu Mieraili, identificados como uigures, la minoría musulmana de la región china de Xinjiang, y acusados en noviembre con 10 cargos, entre ellos asesinato premeditado, posesión de explosivos y conspiración.
Ambos se han declarado inocentes del atentado bomba que estalló en el templo hindú Erawan, ubicado en una céntrica área de Bangkok, y denunciaron que las confesiones que realizaron durante la investigación policial fueron obtenidas bajo tortura.
"Este aplazamiento añade un nuevo capítulo a esta farsa (...) en el que la Policía, según los analistas, es incapaz de ofrecer un motivo convincente para el atentado", indicó el diario local The Nation.
La investigación policial considera que Mieraili es la persona que detonó el explosivo en el recinto religioso instantes después de que, según la grabación de una cámara de seguridad, Mohamad Bilal, también conocido como Adem Karadag, colocase la bomba.
Bilal tenía en su domicilio pasaportes falsos y material para fabricar explosivos.
El entonces jefe de la Policía de Tailandia, Somyot Pumpanmuang, declaró cerrado el caso el 11 de febrero de 2016 tras atribuir la acción a grupos del crimen organizado en represalia por la campaña gubernamental contra el tráfico de personas.
El pasado agosto, cuatro personas murieron y 35 resultaron heridas en una cadena de explosiones e incendios premeditados los días 11 y 12 en la región central y sur del país.
A principios de este mes, Barasan Revolusi Nasional (BRN), el mayor grupo armado musulmán que opera en Tailandia, reivindicó la secuencia de atentados.
Más de 6.500 personas han muerto en las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat, que ocupan el sur de Tailandia, desde que el separatismo musulmán reanudó la lucha armada en 2004, después de una década de letargo.