NUEVA DELHI .- El activista cachemir Khurram Parvez fue detenido anoche, un día después de que las autoridades indias le impidiesen viajar a Ginebra para participar en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, denunció hoy la Coalición de la Sociedad Civil de Jammu y Cachemira (JKCCS).
El "arbitrario" arresto del coordinador de programas de la JKCCS se produjo cerca de la pasada medianoche en Srinagar, capital de la Cachemira india, que lleva dos meses bajo toque de queda intermitente en medio de su peor brote de violencia en seis años, indicó el portavoz de la organización Zahir-Ud-Din.
La Policía detuvo al conocido activista sin proporcionar "motivos" ni una "orden judicial", explicó.
Según el portavoz, las autoridades se ampararon en la Ley para la Seguridad Pública de Jammu y Cachemira, una legislación implementada en la conflictiva y militarizada región en 1978 y que permite realizar arrestos "preventivos" de hasta dos años de duración sin que haya un proceso judicial.
Una fuente policial de Cachemira consultada confirmó el arresto, pero rehusó dar detalles.
Zahir-Ud-Din explicó que la detención del activista se produjo después de que las autoridades del Aeropuerto Internacional Indira Gandhi de Nueva Delhi le impidiesen el pasado miércoles abandonar el país para participar en una sesión de trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Suiza.
El portavoz detalló que Parvez viajaba a Ginebra en calidad de presidente de la Federación Asiática contra las Desapariciones Involuntarias y que tenía previsto "reunirse con diversas personas" durante su estancia.
El presidente de la JKCCS, Parvez Imroz, aseveró que la detención responde a un intento de "frenar" su lucha por los derechos humanos y de "silenciar" las denuncias de los cachemires para que no "sean escuchadas por la comunidad internacional"
"La detención arbitraria de Khurram Parvez es una violación de los derechos civiles y políticos reconocidos internacionalmente e inderogables, y que la Constitución de la propia India garantiza", denunció en un comunicado.
Desde la muerte el pasado 8 de julio de un insurgente separatista, la Cachemira india registra una oleada de protestas que deja ya más de 80 muertos y millares de heridos en enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Las protestas han sido reprimidas de forma muy critica por las autoridades con centenares de heridos con lesiones oculares por el uso de escopetas de perdigones por parte de las tropas, el toque de queda intermitente por toda la región y el bloqueo de las redes telefónicas y de internet.
La Ley para la Seguridad Pública permite a las autoridades cachemires arrestar por hasta dos años sin juicio a un individuo para "impedir que actúe de forma perjudicial para la seguridad del Estado o el mantenimiento del orden público".
En la región se aplica además la controvertida Ley de Facultades Especiales de las Fuerzas Armadas (AFSPA), en vigor también en otros estados conflictivos del noreste del país y que otorga a las fuerzas de seguridad poder casi ilimitado para actuar contra posibles malhechores.
Ambas legislaciones han sido ampliamente criticadas por organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional.