WASHINGTON.- Los miembros del Caucus Negro del Congreso de Estados Unidos (CBC, por su sigla en inglés) marcharon este jueves desde el Capitolio a la sede del Departamento de Justicia para protestar de nuevo contra la muerte de afroamericanos a manos de la policía.
La protesta se produce después de otra noche de agitación en Charlotte, Carolina del Norte, que dejó a un ciudadano herido de gravedad y a varios agentes con heridas leves.
Los congresistas entregaron una carta dirigida a la fiscal general, Loretta Lynch, e hicieron un llamado urgente a aumentar la responsabilidad policial.
"Queremos todo el peso del Departamento de Justicia involucrado en esta situación", dijo el presidente del CBC, G.K. Butterfield.
La nueva protesta de los legisladores negros llega tras la muerte de dos hombres, Keith Lamont Scott en Charlotte y Terence Crutcher en Tulsa (Oklahoma), a manos de la policía en los últimos días.
En este último caso, una agente de la Policía de Tulsa mató a tiros a Crutcher, quien estaba desarmado y cuyo vehículo quedó varado en una carretera.
Las autoridades hicieron público el vídeo del incidente, que ocurrió el pasado viernes y que el jefe de la Policía de Tulsa, Chuck Jordan, calificó en una rueda de prensa de "muy preocupante".
Unos días más tarde, Keith Lamont Scott fue muerto a tiros por un agente en Charlotte, aunque las autoridades aseguran que en este caso el fallecido sí estaba armado.
El responsable de la Policía de Charlotte-Meckenburg, Kerr Putney, aseguró en una conferencia de prensa junto a la alcaldesa de la ciudad, Jennifer Roberts, que los agentes pidieron a Scott que arrojase el arma con la que salió de un vehículo.
Sin embargo, no pudo precisar si la víctima, de 43 años, apuntaba a los agentes momentos antes de ser abatido.
El jefe de la Policía explicó que el agente que disparó, Brentley Vinson, no llevaba una cámara personal instalada en su uniforme, pero sí lo hacían los otros agentes que estaban en el lugar.
Los familiares de la víctima negaron que estuviese armado y aseguraron que lo que sí llevaba era un libro que leía mientras esperaba que un hijo suyo regresase de la escuela para recogerlo.