LOS ANGELES.- La policía de una ciudad de California, en el oeste de Estados Unidos, ultimó a un hombre afroamericano que actuaba en forma errática, generando rápidamente protestas acusando un injustificado accionar de los uniformados.
El incidente ocurrido en El Cajon, 24 km al este de San Diego, es el último de una serie de muertes de afroestadounidenses a manos de la policía que ha generado indignación a lo largo del país.
Los agentes policiales se toparon con el hombre no identificado, de unos 30 años, detrás de un restaurante tras recibir informes de alguien que "actuaba fuera de sí" y caminaba entre el tráfico, dijo la policía de El Cajón en un comunicado.
El sujeto, que iba hacia adelante y hacia atrás, no acató la orden de quitar la mano de su bolsillo, agrega la nota.
De acuerdo con la versión del personal policial, en determinado momento, los agentes intentaron hablar con el hombre, y "rápidamente extrajo un objeto del bolsillo delantero de su pantalón, colocó sus manos juntas y las extendió hacia el oficial, en lo que pareció una posición para disparar".
El jefe de la policía Jeff Davis no describió al objeto, pero dijo en una conferencia de prensa que no se recuperó ningún arma de fuego.
El agente a quien la víctima apuntaba disparó "varias veces", mientras un segundo oficial activó simultáneamente su aparato de electroshock, indicó la policía, que divulgó una foto tomada de una cámara de seguridad, que muestra a un hombre aparentemente apuntando hacia el uniformado.
Rápidamente, cerca de un centenar de manifestantes se congregaron en la escena, acusando al policía de disparar sin advertencia.
"Tres de ellos salieron, con las armas en su mano, y le dispararon cinco veces", dijo Rumbideai Mubaiwa, una manifestante, a la emisora local KUSI. "Nadie le advirtió, o le dijo que se quedara quieto, que se detuviera, nada. Otro negro desarmado muerto", agregó.
La muerte de hombres afroamericanos a manos de la policía ha desatado protestas en todo Estados Unidos. La última de ellas en Charlotte, Carolina del Norte, en el sureste del país, la semana pasada.
Allí, la muerte de Keith Lamont Scott, de 43 años, desató varios días de violentas manifestaciones, obligando al gobernador del estado a declarar un estado de emergencia y desplegar a la Guardia Nacional.