CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco regresa mañana al Cáucaso, después de su viaje en junio a Armenia, para visitar Georgia y Azerbaiyán, dos países desde donde continuar su misión de diálogo con las otras religiones y mostrar su apoyo a las pequeñas comunidades católicas.
Si el viaje en Armenia tenía como objetivo además de reforzar el camino del ecumenismo el de recordar, a pesar de las polémicas con Turquía, el genocidio perpetrado por los otomanos hace un siglo, la visita a Georgia y Azerbaiyán, desde mañana al domingo, es algo más complicada de encuadrar respecto a otros viajes de Francisco.
En este viaje, que durará poco más de 50 horas, Francisco quiere llevar "un mensaje de paz y de reconciliación" aseguró el portavoz vaticano, Greg Burke.
Por lo que no faltará el llamamiento de Francisco para que se consiga la paz ante el conflicto territorial por el enclave de Nagorno-Karabaj, que enfrenta a Armenia y Azerbaiyán desde 1988, y que en abril experimentó una nueva escalada después de haber permanecido latente durante más de dos décadas.
Según se desprende del programa oficial, la misión del pontífice argentino, en el que es su decimosexto viaje internacional, es la de trazar puentes con los ortodoxos y fortalecer el diálogo con los musulmanes.
Asimismo, el papa mantendrá un encuentro con los obispos católicos caldeos que llegarán a Georgia para explicarle en primera persona la persecución que viven y con la pequeña comunidad católica - poco más de 500 personas - que viven en Azerbaiyán.
El papa llegará a Tiflis el viernes a las 15.30 (11.30 GMT) y se reunirá con el presidente de la República de Georgia, Giorgi Margvelashvili, en el palacio presidencial.
Después en el patio del palacio presidencial se celebrará el tradicional encuentro con las autoridades, con la sociedad civil y con el cuerpo diplomático.
Posteriormente el papa se dirigirá al encuentro con el patriarca de los georgianos, Iliá II, en el palacio del patriarcado para una reunión privada, y después dirigirá un discurso al resto de representantes ortodoxos.
En la iglesia de San Simeón Bar Sabasde en Tiflis a las 18.00 (14.00 GMT), Francisco se encontrará y rezará con al menos 13 obispos caldeos que llegan a esta cita después del Sínodo celebrado en Erbil (Irak).
El sábado se celebrará la misa en el estadio M. Meskhi con la comunidad católica de Georgia, que según el Vaticano es de 112.000 fieles y posteriormente habrá un encuentro con sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y agentes de la pastoral en la iglesia de la Asunción.
Visitará después la catedral patriarcal de Svetitsjoveli, en Misjeta, donde no habrá ni oraciones en común, ya que fuentes del patriarcado han explicado a los medios que las diferencias doctrinales con la Iglesia católica no consienten rezar en público con el papa.
El domingo 2 de octubre se trasladará a Baku y su primer acto será la misa en la iglesia de la Inmaculada en el Centro Salesiano, donde encontrará a la pequeña comunidad católica de este país.
Almorzara con los salesianos y después acudirá al palacio presidencial de Ganjlik para la visita de cortesía al presidente de la República, Ilham Aliyev.
Con el presidente, Francisco acudirá al monumento a los caídos por la independencia, que en 2002 también visitó Juan Pablo II.
Azerbaiyán, un país donde la mayoría de la población es musulmana, será el escenario perfecto para que el pontífice relance su diálogo entre religiones para poner fin a la violencia y su mensaje sobre que no se puede matar en nombre de Dios.
En el centro cultural islámico "Heydar Aliyev" se reunirá con el líder de los musulmanes del Cáucaso, el jeque Hadji Allahchukur Pachazadeh.
El viaje terminará con un encuentro interreligioso junto con el líder musulmán y otros representantes de las demás comunidades religiosas del país, como el obispo ortodoxo de Bakú, Alejandro, y con el presidente de la comunidad hebraica del país, Shneor Segal.