MOSCÚ.- El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, constató el empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos debido a su "agresiva rusofobia" con "actos hostiles" como el despliegue de armamento cerca de Rusia y la imposición de sanciones.
"No se trata sólo de una rusofobia retórica, sino de pasos agresivos que afectan realmente a nuestros intereses y amenazan nuestra seguridad", dijo Lavrov en una entrevista con la televisión pública.
Lavrov mencionó el acercamiento de la infraestructura militar de la OTAN cerca de las fronteras rusas, desde armamento pesado de EE.UU. a la aviación aliada o al escudo antimisiles, sea en su versión europea como asiática.
"Por supuesto, las sanciones son también una muestra de acciones inamistosas, incluso diría que hostiles", destacó.
Aseguró que en los últimos tiempos Rusia ha constatado "cambios radicales" en las relaciones bilaterales debido a que una "agresiva rusofobia" se ha instalado en el núcleo de la política exterior norteamericana.
Lavrov indicó que una vez John Kerry fue nombrado secretario de Estado norteamericano, acordó con él forjar unas relaciones "maduras", "sin pataletas infantiles" y en pie de igualdad.
"En política es muy importante no cerrar puertas. Pero no se puede contar con que funcione la variante en la que sólo y exclusivamente se garantizan tus intereses y el resto deben decir: 'Enterado'. Eso nunca es así y ahora seguro que no va a ocurrir", subrayó.
En su opinión, uno de los motivos de las malas relaciones es la frustración en EE.UU., cuya hegemonía mundial ya no es tan indiscutible como cuando se desintegró la Unión Soviética hace 25 años.
"Lo entiendo. Es un proceso doloroso", destacó.
Lavrov también consideró inaceptable los "epítetos" que los dirigentes occidentales utilizan en relación con el presidente ruso, Vladímir Putin.
"No recuerdo ni una sola ocasión en la que Putin aludiera de manera irrespetuosa hacia uno de sus colegas, independientemente de lo que éste dijera o hiciera sobre Rusia", recordó.
Y criticó a la actual administración estadounidense por negarse a reanudar la cooperación nuclear suspendida tras la anexión de Crimea, lo que motivó la reciente suspensión del tratado de reutilización del plutonio militar por parte del Kremlin.