CALAIS.- La "Jungla de Calais", el inmenso campamento en el norte de Francia donde se hacinan en condiciones inhumanas miles de migrantes, comenzará a ser evacuado el lunes por la mañana.
A seis meses de las elecciones presidenciales en Francia, el gobierno socialista de François Hollande había prometido hace unas semanas que este asentamiento de refugiados sería desmantelado antes de fines de año.
Algunas personas ya fueron dirigidas en las últimas semanas a centros de acogida en toda Francia. Los 6.400 que aún quedan en la "Jungla", según las últimas estimaciones oficiales, aguardan resignados la llegada de las excavadoras que demolerán el campamento.
La decisión oficial fue publicada el viernes por la noche, en varias lenguas, en la entrada de la "Jungla". Funcionarios de los servicios de inmigración comenzarán el domingo por la tarde a informar a los migrantes sobre los detalles del operativo, que durará una semana.
"Realizaremos con éxito este desafío humanitario", aseguraron el ministro del Interior Bernard Cazeneuve y de Vivienda Emmanuelle Cosse en una tribuna en el diario Le Monde, aunque las ONG's presentes en el terreno advierten contra los riesgos de llevar a cabo un operativo de forma precipitada.
Otras organizaciones, en cambio, estiman que es urgente evacuar este campamento antes del invierno, "teniendo en cuenta las condiciones indignas" en las que viven miles de personas.
Mewagul Daulatzai, un afgano de 22 años, cuenta que espera con ansias partir del campamento en donde vive de forma intermitente desde 2013. "Antes me gustaba la 'Jungla'. Tenía amigos y trabajábamos" en los pequeños comercios informales que abrieron. "Pero ahora se ha vuelto demasiado peligroso. Todas las noches hay intentos de robo", dice.
Unos cuarenta migrantes llegaron ya al departamento francés de la Meuze (noreste). Otros catorce, principalmente afganos, arribaron el jueves a Pierrefeu-du-Var, un pueblo del sur de Francia cuyos habitantes se manifestaron contra la apertura del centro previsto para acoger a unas 30 personas.
Este tipo de manifestaciones hostiles se han producido en varias localidades, incluso antes de la llegada de los primeros ocupantes.
El caso de los menores no acompañados
Uno de los temas más delicados sobre este desmantelamiento concierne la gestión de unos 1.290 menores no acompañados, de los cuales muchos quieren llegar a Reino Unido donde dicen tener familiares.
Desde hace unos días varios menores han podido entrar al Reino Unido (52 en cuatro días frente a 83 entre marzo y septiembre) gracias a la presencia de funcionarios británicos para gestionar los pedidos.
Reino Unido "ha comenzado" a "asumir todas sus responsabilidades", señalaron satisfechos los dos ministros franceses, y anticiparon que este movimiento se "acelerará".
No obstante, la llegada de estos jóvenes migrantes divide a la opinión pública británica, entre la cual ha surgido una polémica sobre la verdadera edad de los migrantes.
El diputado conservador David Davies, quien estimó que los chicos en cuestión "no parecen menores", pidió que se realicen verificaciones con exámenes dentales.
Pero otras localidades han acogido a estos jóvenes con los brazos abiertos. Es el caso de Croydon, al sur de Londres, donde un grupo de personas recibió el miércoles calurosamente a jóvenes provenientes de Calais, según medios de comunicación.