SAO PAULO.- Emílio Odebrecht, líder del consejo de administración del grupo empresarial Odebrecht, afirmó que el estadio del club Corinthians, en Sao Paulo, fue construido como una especie de regalo para el ex Presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.
Según informa el diario "Folha de Sao Paulo" sobre las investigaciones por el escándalo conocido como "Lava Jato", el estadio de Corinthians, apodado "Itaquerao", fue una retribución del grupo Odebrecht por la ayuda de Lula, reconocido simpatizante del club paulista.
De acuerdo con los testimonios de Odebrecht, el ex Mandatario habría utilizado su influencia para favorecer al grupo durante sus ocho años como jefe de Estado (2003-2011). De 2003 a 2015, durante los gobiernos del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que fundó Lula, la facturación de Odebrecht se multiplicó por siete, de 17.000 millones de reales a 132.000 millones (hoy, 41.200 millones de dólares).
Emílio es el padre de Marcelo Odebrecht, presidente de la compañía, preso desde junio de 2015 y condenado a 15 años de prisión. Son más de 80 los ejecutivos de la empresa brasileña, una de las más importantes del mundo en ingeniería y construcción, que decidieron acogerse a la figura de cooperación con la Justicia para obtener beneficios.
Según Emílio, la delación es el único camino para mantener viva a la empresa que, luego de la detención de su hijo, pasó a tener problemas de crédito y acumula deudas de 110.000 millones de reales.
El "Itaquerao", en la zona Este de Sao Paulo, fue construido por la empresa de 2011 a 2014. Costó más de mil millones de reales, bastante por encima de la estimativa inicial de 820 millones, y fue el recinto en el que se inauguró el Mundial de fútbol de 2014. La obra fue financiada con recusos del Banco Nacional de Desarrollo (BNDES), títulos autorizados por la Prefectura de Sao Paulo y préstamos de bancos privados.
Andrés Sanchez, presidente del club en 2011, ya había dicho a la revista "Época": "Quien hizo el estadio fuimos Lula y yo. Y tengo certeza de que va a costar más de mil millones. Punto. En la parte financiera, nadie se metió. Solo yo, Lula y Emílio Odebrecht". Emílio Odebrecht, además afirmó en su confesión que se reunía frecuentemente con Lula y, en esos encuentros, obtenía el aval del entonces Presidente para ayudar a la empresa a expandirse por África y América Latina.
En la legislación brasileña, la delación premiada es un beneficio que se concede al reo si éste decide colaborar con la investigación o entregar a sus cómplices. En el caso de que el acusado se acoja a ella, podría ver reducida su pena en prisión o hasta obtener el perdón judicial.
Esta herramienta ha sido uno de los principales instrumentos legales que la Justicia ha utilizado para llevar adelante la causa del "Lava Jato", la mayor investigación por corrupción y lavado de dinero en la historia del país, que investiga los sobornos realizados a políticos en contratos obtenidos por la petrolera estatal Petrobras y que desde su inicio, en marzo de 2014, sacudió todas las bases sobre las que se asentaba la política brasileña.
El 14 de octubre, la Justicia brasileña aceptó la tercera denuncia penal presentada contra Lula en el marco de la investigación. Al ex Presidente se lo acusa de corrupción por haber favorecido a Odebrecht en negocios que ésta hizo en Angola entre 2008 y 2015.
El ex Mandatario y antiguo líder obrero está en la mira de la Justicia sobre todo por la investigación de una trama de corrupción en torno a Petrobras, en la que se defraudaron presuntamente sumas millonarias por el pago de sobornos a políticos.
Respecto de la acusación de Emílio Odebrecht sobre el "Itaquerao", el abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, afirmó que "El 'Lava Jato' no consiguió presentar pruebas sobre las acusaciones a Lula. En la ausencia de pruebas se trabaja con especulaciones de delaciones". Y concluyó que "ya de por sí, la delación no alcanza para probar ningún hecho. Entonces la especulación de la delación es la nada, no merece ningún comentario".