WASHINGTON.- James Comey, quien fue nombrado por Barack Obama para dirigir el Buró Federal de Investigaciones (FBI), hoy está en el centro de la polémica luego de que pusiera en la cuerda floja las aspiraciones presidenciales de la demócrata Hillary Clinton, al resucitar la pesquisa sobre el polémico caso de sus correos electrónicos.
El viernes pasado y a sólo días de las elecciones, Comey decidió reabrir la investigación sobre el servidor privado para correos electrónicos que Clinton usó cuando era secretaria de Estado, entre 2009 y 2013, algo que puede poner en serios problemas las chances de la ex primera dama para acceder a la Casa Blanca el próximo 8 de noviembre.
De hecho, tras su anuncio, las encuestas de los principales medios del país norteamericano dieron cuenta de la crisis para los demócratas. Por primera vez en semanas y a pesar de las acusaciones de abuso en su contra, el republicano Donald Trump empató e incluso superó a Clinton, remeciendo aún más la tensa carrera presidencial.
Rebelde y conservador
Considerado un rebelde, no es la primera vez que Comey se sale del camino del Gobierno. Este republicano confeso y ex alto funcionario en el Gobierno de George W. Bush, en 2004 se rebeló ante la dirección del ex jefe de Estado conservador, cuando se negó a renovar la aprobación de un programa de espionaje sin órdenes judiciales a petición de funcionarios del gobierno tras los atentados del 11-S.
Fue precisamente por ello y por la independencia demostrada, que muchos vieron su nombramiento al frente del FBI en 2013 como un gesto de Obama de buscar acuerdos bipartidistas. El Senado lo reafirmó en el cargo con 93 votos a favor y solo uno en contra.
No obstante, Comey, quien ha reiterado en varias ocasiones que ya no milita en ningún partido, alcanzó sus metas profesionales más ambiciosas con Bush en la Casa Blanca y llegó a hacer donaciones para las campañas presidenciales de los dos rivales conservadores del actual Presidente: John McCain y Mitt Romney.
Nacido en la localidad de Yonkers (Nueva York), creció en Allendale, en el vecino estado de Nueva Jersey, donde cursó hasta la educación secundaria. En 1982 se graduó en la Universidad William y Mary de Virginia, especializándose en Química y Religión, y en 1985 se doctoró en la Universidad de Derecho de Chicago.
Antes de incorporarse a la Administración Bush, Comey se desempeñó como fiscal para el Distrito Sur de Nueva York entre 2002 y 2003, haciéndose cargo de algunos casos que llegaron a acaparar la atención mediática en el país.
Entre ellos, la investigación en 2002 del perdón que le otorgó el ex Mandatario y esposo de Hillary, Bill Clinton, al financiero Marc Rich, acusado de fraude fiscal. Ello, a petición de los republicanos, quienes aseguraban que Rich había "pagado" su perdón a través de la donación de su esposa a la campaña de Hillary al Senado en el 2000. Finalmente no se presentaron cargos.
Protagonista en las últimas elecciones
La conducta oscilante del ex militante conservador también se evidenció en julio pasado cuando dio por terminada la investigación en contra de la aspirante demócrata al liderazgo del país y recomendó que Clinton no fuera imputada por usar servidores de correo electrónico privados para asuntos oficiales.
Con dicha opción, el ex fiscal se volvió protagonista de la carrera presidencial y desató la furia de los republicanos, quienes le reprocharon que al poner fin a las indagaciones, Clinton se logró perfilar como la favorita para ocupar el sillón presidencial de EE.UU., por sobre el magnate Donald Trump.
Esta semana, no obstante, realizó uno se sus últimos actos de rebeldía y volvió a acaparar las portadas del país norteamericano. Contra toda la dirección de Obama, Comey abrió una nueva investigación y arrojó otra vez al centro del escándalo a la candidata oficialista, poniendo en jaque las aspiraciones de la heredera natural de quien un día lo nombró para el cargo que ahora ostenta.
