SOFÍA.- Los más de 12.400 colegios electorales de Bulgaria abrieron hoy sus puertas a las 02:00 hora de Chile para las segundas elecciones presidenciales desde la entrada del país en la Unión Europea (UE), en 2007, y las quintas desde el caída del comunismo, en 1989.
Unos 6,8 millones de ciudadanos con derecho a voto están llamados a la primera vuelta electoral para elegir al nuevo jefe del Estado entre 21 candidatos, un número récord en la historia del país.
Las urnas cerrarán en la tarde y se espera que los primeros resultados oficiales se conozcan antes de la medianoche.
Según todas las encuestas, ningún candidato logrará hoy más del 50 por ciento de los votos, por lo que las presidenciales se decidirán, previsiblemente, en una segunda ronda el próximo día 13.
La conservadora Tzetzka Tsacheva, del gubernamental Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), y el antiguo comandante de las Fuerzas Aéreas Rumen Radev, apoyado por la oposición socialista, parten como claros favoritos.
Los sondeos dan entre un 26 y un 27 por ciento de los apoyos a Tsacheva, de 58 años, que aspira a ser la primera jefa del Estado búlgaro, y es la actual presidenta del Parlamento.
El general Rumen Radev, de 53 años, es un independiente que carece de experiencia política y ha recibido el respaldado de los socialistas, la mayor fuerza opositora, y las encuestas le dan entre un 22 y un 23 por ciento de los votos.
En tercer lugar se sitúa el candidato del nacionalista Frente Patriótico, Krasimir Karakachanov, que ha centrado su campaña en la supuesta amenaza de una "invasión" de inmigrantes y refugiados de Oriente Medio y al que las encuestas dan entre el 11 y el 12 por ciento de la intención de voto.
En Bulgaria, el país con la renta más baja de la Unión Europea -el salario medio es de unos 380 euros-, el debate electoral ha estado centrado en la crisis migratoria y las relaciones con Rusia, país con el que ambos candidatos quieren tener un buen trato.
Bulgaria ha sido históricamente un país cercano a Rusia, y ambos candidatos han prometido mantener sus compromisos con la UE y la OTAN y, al mismo tiempo, conservar unas relaciones amistosas con Moscú.
Tanto Tsacheva y como Radev defenderán en la UE que se ponga fin a las sanciones económicas contra Rusia después de la anexión de Crimea, pero los analistas consideran al militar más cercano a los postulados de Moscú.