"A nosotros nos han pedido hasta diez terroristas, y se los hemos entregado todos", dijo el Mandatario turco.
AFP
ESTAMBUL.- Estados Unidos debería extraditar a Turquía al predicador Fethullah Gülen, exiliado en Pensilvania, sin necesidad de pasar por un proceso de extradición, ha dicho el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en una entrevista que publica hoy la emisora Al Jazeera en su página web en turco.
"Cada vez que América nos ha pedido (entregar) a un terrorista, se lo hemos dado, se lo damos, pero ellos lamentablemente no nos han dado a este terrorista", dijo Erdogan en referencia a Gülen, al que acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado del pasado julio.
"Ahora lo tienen bajo protección en un sitio y dicen que se trata de decisiones judiciales. ¿Acaso hubo una decisión judicial respecto a (Osama) bin Laden? A Bin Laden lo fueron a buscar a otro país, ¿y qué hicieron? Lo eliminaron ¿no? ¿Por qué? Porque era terrorista", dijo sobre la ejecución del líder de Al Qaeda en 2011 en Pakistán.
"A nosotros nos han pedido hasta diez terroristas, y se los hemos entregado todos, donde sea que estuvieran", agregó el Presidente, sin detallar a quién se refería.
"Lo hicimos porque somos socios estratégicos y, al serlo, creo que si alguien reclama a un terrorista, hay que dárselo, y hemos cumplido nuestra palabra. Pero esa gente (en referencia a los gülenistas) entra y sale de América y de los países occidentales y no nos los dan. No me parece correcto", concluyó el jefe de Estado.
Gülen, fundador de una poderosa cofradía con amplia presencia en el mundo de los negocios y los medios de comunicación, se exilió en Estados Unidos en 1999.
Fue un firme aliado de Erdogan hasta 2013, año en el que ambos iniciaron una cruenta lucha de poder.
Poco después del fallido golpe de julio, en el que Gülen niega toda implicación, el Gobierno turco pidió su extradición a Washington.
Las autoridades estadounidenses han señalado que los documentos recibidos no son suficientes para iniciar un proceso formal de extradición, que debe pasar por los tribunales estadounidenses e incluir pruebas de un delito cometido.