SANTIAGO.- En Colombia resultaron ser un factor clave a la hora de la victoria del "No" en el plebiscito por la paz con las FARC; en Brasil cuentan con más parlamentarios que el propio Partido de los Trabajadores (PT); y en Chile, cuentan con su feriado legal y una catedral. En su mayoría conservadores en lo valórico, los evangélicos han decidido en los últimos años traspasar la línea religiosa y adjudicarse un espacio en los círculos de mayor poder.
Impulsada por el desprestigio de la política, esta comunidad cristiana se ha adjudicado el respaldo de cientos de personas creyentes oponiéndose a medidas como el matrimonio homosexual y la defensa de los derechos LGBT; el aborto; y la legalización de la marihuana u otras drogas.
"La creciente influencia evangélica en la política latinoamericana es uno de los motores conduciendo la región hacia la derecha", dijo a la Associated France Press Andrew Chesnut, director de Estudios Católicos de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en Estados Unidos. Así, el movimiento político evangélico ha adquirido gran influencia en discusiones claves de cada país, muchas veces logrando inclinar la balanza y zanjar decisiones.
Brasil y el impeachment
Brasil es uno de los países que ha visto incrementar en gran medida el número de evangélicos en su población. A pesar de que aún existe una mayoría católica, según cifras oficiales, entre 2000 y 2012 el número de quienes profesan religiones protestantes aumentó en un 61%, llegando a ser 42,3 millones de fieles agrupados en distintas iglesias. Es decir, el 22% de la población.
Por eso, no es de extrañar que su acceso a la política se haya expandido. Marina Silva, miembro de la iglesia Asamblea de Dios y del Partido Ecologista, resultó ser la tercera más votada en las elecciones presidenciales de 2014 y ese mismo año, los evangélicos lograron un número récord de representantes en el Congreso. Hoy cuentan con 75 diputados, la mayor bancada de esta religión en la historia del país y que incluso supera a la del PT que suma sólo 64 parlamentarios. Además, cuentan con tres senadores y recientemente se adjudicaron la alcaldía de Río de Janeiro con la victoria de Marcelo Crivella.
Este último ejerció como pastor religioso de la influyente Iglesia Universal del Reino de Dios, fundada por su tío Edir Macedo, y que según el último Censo tiene 1,87 millones de fieles. Macedo fue catalogado por la revista Forbes como uno de los hombres más ricos de Brasil en 2015. Su fortuna está valorada en 3.000 millones de reales (US$1.100 millones de dólares), incluyendo la cadena de televisión Record, la segunda más importante del país.
Entre los legisladores que pertenecen a esta comunidad se encuentra el ex líder de la Cámara, destituido por sus vínculos con la red de corrupción de Petrobras, Eduardo Cunha. Este poderoso legislador se hizo conocido por ser quien impulsó el proceso de impeachment contra la ex Presidenta Dilma Rousseff. De hecho, según analistas, la bancada evangélica fue clave tras lanzar toda su fuerza en pro del juicio político contra la ex Mandataria, cuando citaron "la grave crisis económica, moral, ética y política que atravesaba Brasil".
Colombia y el acuerdo de paz
En Colombia sucedió algo similar. Actualmente existen cerca de seis mil iglesias evangélicas en todo el país y según cifras que ellas mismas manejan, serían alrededor de 10 millones de personas de un total de 48 millones de habitantes las que se declaran parte de alguna de estas comunidades. De esas, seis millones pueden votar.
Su oposición a la igualdad de derechos de la comunidad LGBT, específicamente al matrimonio homosexual, y la defensa extrema de la familia tradicional de esta gran cantidad de personas fue un factor preponderante en el rechazo al acuerdo de paz alcanzado por el Gobierno de Juan Manuel Santos con las FARC, en la consulta ciudadana realizada en octubre pasado.
Según Edgar Castaño, presidente de la Confederación Evangélica de Colombia, votaron en contra ya que estimaban que el documento mostraba una "ideología de género". "El acuerdo vulnera principios evangélicos como el de la familia", opinó tras conocerse la victoria del "No". "Calculamos que cerca de cuatro millones (de evangélicos) votaron y entre 1,5 y dos millones lo hicieron por el 'No'", afirmó.
El caso de Chile
Pero Brasil y Colombia no son los únicos. El voto evangélico ha adquirido peso también en países latinoamericanos como Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Puerto Rico, Argentina y Perú. En Chile, según el censo 2002, el 15,1% se declara como evangélico.
Gracias a que la población pentecostal ha ido en aumento, en 2008 y durante la primera gestión de la Presidenta Michelle Bachelet, se decretó como feriado legal el 31 de octubre en celebración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas. Esta fecha especial se suma al Te Deum evangélico al que asisten las más altas autoridades políticas todos los años y que se realiza en la Iglesia Evangélica de Chile, más conocida como Jotabeche, que adquirió la calidad de catedral desde 2014.
La comunidad evangélica en Chile ha adquirido gran relevancia en distintas discusiones, pero principalmente en aquellas que tienen que ver con ámbitos morales, como los proyectos de despenalización del aborto en tres causales; el acuerdo de unión civil entre parejas del mismo sexo y la despenalización del autocultivo de marihuana.
Así, su incursión de las comunidades pentecostales y evangélicas en la política se continúa expandiendo en Latinoamérica y el mundo. Algo que para algunos expertos significa el retorno de la religión al poder y, por ende, la amenaza inminente del fin del Estado laico.