CASTELLÓN, ESPAÑA.- El escenario de postconflicto que se abre en Colombia con la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC tras 52 años de lucha armada interna abre "un reto enorme" para la policía del país latinoamericano como "la oportunidad de convertirse en un cuerpo ejemplar más cercano al ciudadano y más mediador".
Todo ello en un país en el que, en un solo año, "fueron despedidos 11.000 policías" por corrupción, "porque el narcotráfico lo corrompió todo", ha explicado el coronel de la Policía Nacional de Colombia y consultor en seguridad internacional, Fernando Buitrago.
Buitrago ha intervenido en la conferencia "El papel de la policía en el postconflicto" en el marco de las Jornadas de Investigación y Desarrollo para el Posconflicto en Colombia que acoge la Universitat Jaume I de Castellón.
Junto a Buitrago ha intervenido el coronel Norberto Mujica, director de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, que ha coincidido en que el marco del postacuerdo "brinda la oportunidad histórica de construir una policía más humana, transparente y efectiva" que no dé cabida "a la corrupción o al irrespeto a la dignidad humana".
Para el coronel Fernando Buitrago, "la policía y los militares van a tener un papel clave en el postconflicto, sobre todo en el tema del narcotráfico, un negocio con el que desgraciadamente hemos tenido que vivir".
Ha señalado que Colombia registraba hace poco más de un década, en 2002, "4.500 secuestros denunciados", una cifra que en 2015 se situó en los 220, "de los que el 80% fueron resueltos o evitados", pero a pesar de este descenso, Buitrago ha alertado de la aparición de otros fenómenos delictivos como la extorsión.
"Tenemos que estar atentos a los temas criminales que van a ir surgiendo en paralelo al proceso de paz" como los homicidios, cuya tasa se sitúa en el 26%, "tras haber estado en el 35%".
Para el coronel, el nuevo escenario que se abre en Colombia urge la reforma en el sistema penal y pasa también por fortalecer "un sistema carcelario no muy robusto".
"Uno de los retos ha de ser ese, reformar el sistema penal, y construir cárceles y correccionales, que no tenemos" donde se "neutralicen" comportamientos delictivos menores "que eviten que jóvenes que empiezan cometiendo pequeños robos acaben siendo sicarios".
Para este experto, la Policía Nacional, centrada antes en funciones más militares y en erradicar los cultivos de coca, "ha de convertirse en un cuerpo más cercano al ciudadano, con un papel mediador y al servicio de las regiones más apartadas; tenemos capacidad para ello".
Lo mismo ocurre, según ha indicado, en el caso de las fuerzas militares, "dedicadas antes a la lucha contra la subversión y el terrorismo" y que en este nuevo escenario "deberán trabajar en la convivencia y la seguridad ciudadana, en la gestión de riesgos naturales o en cooperación internacional: por fin participaremos en misiones de paz internacionales tras años de lucha interna".
Por su parte, el coronel Norberto Mujica, ha incidido en que la firma del acuerdo de paz con las FARC "nos abre la oportunidad histórica de generar un policía distinto; no ya un policía con fusil, introvertido, que se cuidaba más a él que a la comunidad por el miedo a un ataque guerrillero".