BRASILIA.- Las acusaciones del ex ministro de Cultura, Marcelo Calero, contra el Presidente de Brasil, Michel Temer, sobre supuestas presiones ilegales que le llevaron a salir del Gobierno, han puesto en apuros al Mandatario, quien ha admitido que hablaron pero ha rechazado presión alguna.
El portavoz del Gobierno, Alexandre Parola, explicó que Temer admitió que mantuvo dos reuniones con Calero para dirimir un conflicto abierto entre el titular de Cultura y el de la Secretaría de Gobierno, Geddel Vieira Lima, por los presuntos intentos de este último para que su compañero de Gabinete liberara una obra dependiente de su Ministerio en la que tenía intereses personales.
El portavoz gubernamental afirmó que Temer "jamás indujo a alguno de ellos a tomar una decisión que fuera contra las normas internas o contra sus convicciones".
Calero renunció al Ministerio de Cultura el pasado viernes por "razones personales", pero en una entrevista que el diario Folha de Sao Paulo publicó al día siguiente atribuyó su decisión a unas supuestas "presiones" de Vieira Lima.
Según Calero, el titular de la Secretaría le llamó "hasta cinco veces" para que el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan), que depende del Ministerio de Cultura, avalara un proyecto inmobiliario en la ciudad de Salvador, su cuna política.
Calero sostuvo que Vieira Lima le comentó en dos ocasiones que había comprado un apartamento en ese proyecto inmobiliario, pero que su construcción dependía de la venia del Ministerio de Cultura, que la negaba por una decisión del Iphan, según la cual el edificio se pretende levantar en una zona protegida y que es patrimonio cultural.
Tras la revelación, Temer restó importancia a la polémica, confirmó al secretario de Gobierno en el cargo y nombró un nuevo ministro de Cultura.
Calero acudió este jueves a declarar ante la Policía Federal y, según medios locales, acusó al jefe de Estado de presiones para favorecer a Vieira Lima.
Según medios locales, el Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño, teme que Calero haya grabado las conversaciones que mantuvo con Temer, la última, el pasado jueves, un día antes de su dimisión.