PARÍS.- El primer ministro francés, Manuel Valls, aumentó la presión para el presidente socialista François Hollande, al declarar en una entrevista este domingo que no excluye competir contra el jefe del Estado en las primarias de su partido, con miras a las presidenciales de 2017.
En una entrevista al semanal Le Journal du Dimanche, Valls advirtió sobre la posibilidad de que se establezca una dinámica que lleve a una derrota de su partido en las elecciones.
"Cada uno tiene que reflexionar con responsabilidad. Yo voy a tomar mi decisión a conciencia. Sin importar lo que pase, el deber de Estado va a moverme siempre", dijo al semanal.
"Es una cosa de días", precisó el primer ministro, a medida que se acerca la fecha límite del 15 de diciembre.
Hollande, el presidente francés más impopular de los últimos 50 años con solamente 16% de opiniones favorables, quiere sopesar sus posibilidades hasta el último minuto: sólo en diciembre anunciará su decisión.
El mes pasado, estalló un escándalo después de la publicación de un libro de confidencias hechas por el presidente francés que relataban su percepción sobre su mandato, en el que efectuaba descarnadas críticas a magistrados, futbolistas e incluso a sus propios correligionarios.
Pese a sus disculpas públicas, las réplicas de este terremoto político siguieron durante semanas en Francia, sobre todo en un contexto de profundas divisiones dentro de su partido.
Los socialistas ya tuvieron que enfrentar el golpe de que su ministro estrella, Emmanuel Macron, ex titular de Economía, dejara el gobierno y anunciara que levantará su propia candidatura con un nuevo movimiento político.
"Frente a la desasosiego, a las dudas, a la decepción, a esta idea de que la izquierda no tiene ninguna esperanza, yo quiero romper esta dinámica que nos conducirá a una derrota", respondió Valls.
"Yo tengo una relación de respeto, de amistad, de lealtad con el presidente. Pero la lealtad no excluye la franqueza. Es preciso constatar que en las últimas semanas, el contexto ha cambiado", agregó Valls.
Con respecto al libro, Valls dijo que éste creó "un profundo desasosiego en la izquierda".
"Como jefe de la mayoría, dentro de mis responsabilidades está tener en cuenta este clima", insistió.
La primaria, prevista para el 22 y 29 de enero, "debe dar un impulso, tiene que dar esperanza. Hay que prepararse para el cara a cara. Yo me preparo, estoy listo", dijo Valls.