WASHINGTON.- Donald Trump y sus asesores intensificaron el domingo sus críticas e incrementaron la tensión con el equipo de la demócrata Hillary Clinton, luego de que ésta se uniese al recuento de votos en Wisconsin pedido por la candidata del Partido Verde, Jill Stein.
El recuento amenaza con reavivar el debate acerca de la legitimidad de la victoria del presidente electo debido a que Clinton obtuvo más votos a nivel nacional. Ello, llevó al entorno de Trump y al propio magnate, a salir a la palestra tildando la decisión de recontar votos como "ridícula" y "pérdida de tiempo".
En un mensaje en Twitter, Trump afirmó con enojo que no solo obtuvo la mayoría del Colegio Electoral, sino que también recibió más votos a nivel general. Incluso, acusó que existe fraude electoral en los tres estados donde se puso en duda su victoria.
"Además de una victoria aplastante en el colegio electoral, gané el voto popular si se deducen los millones de personas que votaron de manera ilegal", acusó en un tuit.
Antes, en la misma red social, había citado a Clinton sobre la necesidad de respetar el proceso electoral y calificó de "triste" el recuento de votos. El sábado, en tanto, sostuvo que es hora de que la gente acepte el resultado del 8 de noviembre y siga adelante.
Kellyanne Conway, cercana consejera de Trump, insinuó que si el equipo de Clinton presiona para hacer el recuento, Trump podría reconsiderar su promesa de no buscar su procesamiento por utilizar un servidor privado de correo cuando era secretaria de Estado.
Trump ha sido "magnánimo" hacia Clinton, y "parece que su respuesta es que su abogado se una a este ridículo recuento", dijo Conway a la cadena ABC.
Reince Priebus, designado jefe de gabinete por Trump, dijo a su vez que aunque el presidente electo no está "buscando métodos y formas para perseguir y procesar a Hillary Clinton", podría estar "abierto a escuchar" si aparecen nuevos hallazgos en su contra.
Derecho legal
El equipo de Clinton no reaccionó hasta el momento, pero el senador Bernie Sanders, rival de Hillary en la primaria del Partido Demócrata, defendió el recuento. "El Partido Verde tiene el derecho legal de hacerlo", dijo a CNN. "Hay recuentos en prácticamente cada elección. Nadie espera (que haya) un cambio profundo".
El recuento de votos fue pedido por la candidata del Partido Verde, Jill Stein, que obtuvo una mínima parte del voto en Wisconsin. La campaña de Clinton señaló el sábado que se uniría a este recuento, pese a que no ha encontrado irregularidades en el resultado general de la elección presidencial.
Marc Erik Elias, abogado de la ex candidata demócrata, dijo el sábado en un mensaje en el sitio Medium.com que participará también en el recuento de votos en Michigan y Pensilvania, que ya ha anunciado Stein.
La mayoría de los expertos electorales ven casi imposible que el recuento derive en una modificación en el resultado de la elección. De hecho, el mismo Trump agregó en su cuenta en Twitter que está seguro que todo seguirá igual. "Hillary Clinton concedió la elección cuando ella me llamó justo antes de mi discurso de la victoria y después de que se dieron los resultados. Nada va a cambiar", sostuvo.
Trump ganó en Michigan, Pensilvania y Wisconsin por unos 100 mil votos. El escaso margen de victoria en esos estados ayudó al republicano a obtener los 270 grandes electores necesarios para ganar en el Colegio Electoral, por lo que de perderlos tras el nuevo conteo, le significaría perder la elección. "Esto es un chanchullo del Partido Verde para una elección que ya ha sido saldada", sentenció Trump.