SANTIAGO.- La aerolínea LaMia, operadora boliviana del avión que se accidentó en Colombia la semana pasada y que transportaba a los jugadores del club de fútbol brasileño Chapecoense, ya había incumplido la normativa aérea de disponibilidad de combustible en un vuelo previo con la selección argentina.
Según consigna el diario brasileño "Folha de Sao Paulo", la empresa dueña del avión que se estrelló dejando a 71 personas fallecidas cerca de Medellín, había trasladado a los jugadores trasandinos el pasado 11 de noviembre, incluyendo a Lionel Messi, desde Brasil hacia Buenos Aires y había llegado casi sin combustible a su destino.
Ello, luego de que las selecciones de ambos países disputaran un partido por las clasificatorias al Mundial 2018 en la ciudad de Belo Horizonte.
De acuerdo con la información de Folha, el sistema de supervisión de vuelo FlightRadar 24 detectó que el trayecto realizado ese día duró 4 horas y 4 minutos, solo 18 minutos menos que la capacidad de vuelo declarada por el avión.
Así, la aeronave incumplió la normativa de aviación argentina, la que indica que una máquina que vuela dicho tramo, debe tener el combustible suficiente para llegar al aeropuerto correspondiente; cambiar el lugar de aterrizaje, si fuese necesario; y tener, incluso, 45 minutos extras de viaje.
Hasta ahora, las primeras hipótesis respecto al fatídico vuelo que partió desde Santa Cruz de la Sierra y tenía como destino Medellín, indican que el accidente se habría generado producto de la falta de combustible necesario para realizar el trayecto.
Cecilia Castedo, funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA) de Bolivia en el aeropuerto de Viru Viru, de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, aseguró que previo a la salida del avión, ella hizo varias observaciones a su plan de vuelo.
De hecho, ha asegurado que después del accidente presentó un informe alegando que sus observaciones no fueron atendidas por la empresa y que, incluso así, la AASANA terminó autorizando el vuelo. Según la prensa boliviana, aunque Castedo se negó a recibir el plan, el documento pasó finalmente por los encargados de controlar el vuelo en Santa Cruz y luego a control nacional.