SANTIAGO.- Park Geun-hye había pasado a la historia luego de convertirse en la primera Presidenta mujer de Corea del Sur, pero esta historia terminó manchada producto de la investigación judicial que enfrenta por su su presunta participación en una trama de corrupción protagonizada por su íntima amiga, Choi Soon-sil, y dos de sus antiguos asesores políticos.
Se trató de uno de los escándalos políticos más graves del último tiempo en el país asiático que gatillado la protesta de miles de personas en las calles para pedir la destitución de Park, lo que finalmente ocurrió luego de que el Congreso aprobara el juicio político que se llevó en contra de quien fuera la undécima mujer más poderosa del mundo.
"Rasputina coreana"
El torbellino político en torno a la ahora ex jefa de Estado envuelve principalmente a su guía espiritual, Choi Soon-sil, sobre quien pesa una orden de detención por presunto abuso de poder, intento de fraude y coerción. Delitos de los cuales la destituida Mandataria habría sido cómplice.
Y es que la relación de Park con Choi ha causado controversia durante mucho tiempo en Corea del Sur. Comenzó cuando el padre de Choi y fundador de la Iglesia de la Vida Eterna, Tae-min, se acercó a la Presidenta luego de que su madre, entonces primera dama y esposa del dictador Chung-hee, fue asesinada en 1974 a manos de un norcoreano. Park tenía 22 años.
La amistad entre ambos se estrechó aún más cuando el padre de la depuesta Mandataria también fue víctima de homicidio cinco años más tarde, a manos de un director de la CIA coreana. Park creció y se acercó al camino de la política, siempre con su asesor religioso Tae-min a su costado. Una relación que causó cuestionamientos y críticas tanto en sus cercanos como en sus asesores políticos, producto de la sospecha de que Tae-min controlaba las decisiones de la joven Park.
Tras la muerte de Tae-min, su hija, Choi Soon-sil asumió el lugar en el hombro de Park y en el liderazgo de la comunidad religiosa fundada por su padre, la que mezcla aspectos de cristianismo, budismo y chamanismo. Desde entonces se convirtió en su guía espiritual y se volvió su estrecha amiga. Algunos han llegado a catalogarla como la "Rasputina coreana".
Con la llegada de Park al poder en 2013, según la fiscalía y varias publicaciones de medios locales, Choi Soon-sil editó discursos de la Presidenta, tuvo acceso a documentos estatales de carácter secreto y tomó decisiones en relación a la dirección del país sin tener un cargo político. Sin embargo, uno de los principales ilícitos que se le imputan tiene que ver con la extorsión y amenaza a empresarios para que éstos financiaran con millones de dólares fundaciones que ella presidía, utilizando la influencia de Park, para luego desviarlos a su cuenta personal.
Hace algunas semanas, en una declaración pública, la máxima autoridad surcoreana pidió perdón y admitió que Choi vio "algunos documentos". "Estoy conmocionada y mi corazón está roto por haber causado preocupación en el público", dijo en esa ocasión.
Protestas y el "impeachment"
A pesar de que Park también está siendo investigada por el delito de corrupción y por presuntamente ser cómplice de su amiga, las indagatorias no tendrán efecto judicial alguno. Esto, porque en su calidad de Presidenta, la líder surcoreana no puede ser juzgada ni encarcelada por otro ilícito que no sean los de insurrección y traición hasta cuando finalice su mandato, en 2018.
Sin embargo, sí enfrentó otro tipo de juicio, el social y el político. Y así ocurrió con la protesta de miles de personas que salieron a las calles a pedir su salida del poder tras conocerse el escándalo y luego de que Choi fuera detenida.
Esto finalmente quedó materializado con el proceso de juicio político que decidió llevar a cabo el Congreso, buscando la destitución de Park por su presunta implicancia en esta trama de corrupción. Y así ocurrió, luego de que este viernes el Parlamento decidiera sacar del poder a la hasta ahora Presidenta por 234 votos a favor y sólo 56 en contra.
Tras ello, Park ya entregó todos sus poderes al primer ministro, Hwang Kyo-ahn, instancia en la que también pidió perdón al país por los hechos ocurridos.
Ahora, los surcoreanos están a la espera de lo que diga el Tribunal Constitucional, donde serán necesarios los votos a favor de 6 de sus 9 jueces para dar luz verde definitiva al proceso de destitución, lo que podría convertir a Park en la primera Mandataria en la historia de su país en ser destituida.
Este veredicto se puede prolongar 180 días como máximo, aunque dicho plazo podría acortarse, según estiman los especialistas.