"Colombia vive por fin una verdadera noche de paz. Una noche donde podemos celebrar en familia -la familia colombiana- el reencuentro, la reconciliación", afirmó el presidente Juan Manuel Santos.
EFE (archivo)
BOGOTÁ.- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró este sábado que los colombianos se regalaron la paz, gracias a la que pasarán su primera Navidad sin guerra con las FARC después de más de cinco décadas de conflicto.
"Colombia vive por fin una verdadera noche de paz. Una noche donde podemos celebrar en familia -la familia colombiana - el reencuentro, la reconciliación", dijo Santos en una locución televisada.
"Este año, en Navidad, los colombianos nos estamos regalando paz" tras la firma del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), resaltó el mandatario.
"Por primera vez, en millones de hogares no habrá una madre temiendo por la vida de su hijo, no habrá niños preguntando si sus padres volverán a casa por causa del conflicto armado con las FARC", aseguró.
Santos señaló que "el mundo entero celebra la paz de Colombia" y recordó que los medios del mundo, así como el Comité del Premio Nobel, la Iglesia Católica y su comunidad franciscana "exaltan a Colombia por haber logrado hacer posible lo que parecía imposible".
Flanqueado por un árbol de Navidad, el presidente colombiano invitó a sus compatriotas a seguir construyendo la paz "juntos, para nunca más volver a los tiempos de odio, de envidia, de violencia".
El Congreso refrendó el 30 de noviembre el pacto entre las FARC y el gobierno, luego de que el acuerdo fuera renegociado para incluirle propuestas de la oposición tras el rechazo del texto original en un plebiscito el pasado 2 de octubre.
Mientras tanto, las negociaciones públicas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), que debían comenzar el pasado 27 de octubre, están en suspenso hasta que el grupo guerrillero libere al excongresista Odín Sánchez.
El conflicto armado colombiano, que involucra guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejó al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados en más de medio siglo.
