El equipo de la Universidad de Akron.
El Universal, GDA
OHIO.- Con éxito los investigadores de la Universidad de Akron lograron reproducir con tecnología moderna algunas grabaciones perdidas realizadas por víctimas del Holocausto nazi.
Según publica el medio mexicano El Universal, tras darse a conocer mundialmente los horrores de los campos de concentración al final de la Segunda Guerra Mundial, el doctor David Boder decidió, en 1946, entrevistar a unos 130 sobrevivientes judíos quienes, en nueve idiomas distintos, contaron al psicólogo sus experiencias.
Estas entrevistas las inmortalizó a través de un grabador de alambre y 200 bobinas de alambre de acero, mecanismo considerado como de vanguardia en la época. Así, Boder guardó lo que serían una de las primeras historias orales de supervivencia de los campos de concentración, como también canciones y servicios religiosos entonados por ellos mismos.
Parte de estos trabajos quedaron archivados desde 1967 en el Centro para la Historia de la Psicología Nicholas y Dorothy Cummings de la Universidad de Akron.
Sin embargo, cuando los investigadores se propusieron digitalizar tales grabaciones fue cuando se encontraron con las "Canciones de Henonville", realizadas en hebreo y alemán, que se hallaban en un contenedor mal etiquetado.
"Las canciones fueron grabadas en un campo de refugiados en Henonville, Francia. Los nazis hicieron que los prisioneros cantaran algunas de estas canciones mientras iban y volvían de sus lugares de trabajo forzado", explica David Baker, director ejecutivo del centro.
"Creo que es uno de los descubrimientos más importantes de nuestras colecciones en nuestros 50 años de historia", señaló y agregó que "es increíble que podamos dar al mundo la melodía de una canción cantada por los condenados a muerte a través del trabajo forzado durante uno de los horrores más indescriptibles del siglo XX".
Recién un año después de encontrar las "Canciones de Henonville", los profesionales lograron recuperar el audio de forma digital: el mecanismo utilizado para grabarlos no era compatible con las grabadoras que los investigadores tenían.
Una de las profesionales encontró un equipo que podría funcionar en eBay y lo donó al centro, y su esposo, ingeniero eléctrico, rediseñó la grabadora para poder usar componentes modernos. Gracias a eso, los especialistas pudieron reproducir el sonido.