Diego Loscalzo declarará hoy ante la justicia.
La Nación, GDA
BUENOS AIRES.- "Ojalá me perdonen por lo que hice". Esas palabras pronunció, entre lágrimas, Diego Loscalzo –acusado de asesinar a cinco adultos y un bebé en gestación–, mientras subía a la patrulla policial luego de ser detenido, en Córdoba.
El hombre se había escondido en el baño de un bus donde escapaba, para no ser hallado por la policía. Según publica La Voz, los policías se acercaron hasta la puerta del baño y le dijeron: "Perdiste, flaco. Ya está. Salí, manos arriba". El asesino gritó, desde el interior, "no me maten, no me maten".
Los investigadores creían que Loscalzo seguía armado, pero él mismo confesó que, durante la fuga, había extraviado la pistola 9mm con la que cometió la masacre. "Lo perdí. Se me cayó cuando me caí de la moto, cuando escapé", dijo mientras lo esposaban, a un costado de la ruta, en Río Segundo, Córdoba.
El sujeto fue trasladado esta mañana desde Córdoba hasta Morón, donde deberá declarar ante la Justicia.
Según la investigación, a cargo de la fiscal de Violencia Familiar y de Género de Morón, Paula Hondeville, el homicida utilizó el arma de su mujer, quien era policía, para cometer el crimen, en la localidad de en Hurlingham, en las afueras de Buenos Aires.
El sujeto asesinó a tiros a su pareja, dos cuñados, su suegra, un concuñado y un bebé que estaba a un día de nacer.
