SANTIAGO.- A un año del doble femicidio en Montañita, Ecuador, y a la espera del comienzo del segundo juicio, surgen nuevas pruebas que demuestran la participación de más personas en el homicidio, por lo que se realizará una tercera investigación.
Según reveló La Nación, la fiscal que lleva la causa, María Coloma Pazmiño, presume que cinco personas cometieron el crimen de María José Coni (21) y Marina Menegazzo (22), quienes se encontraban de vacaciones en el balneario de Montañita en febrero de 2016.
La segunda investigación del caso está llegando a su fin, a la espera de la elevación a juicio, que tiene con prisión preventiva a José Luis Pérez Castro desde noviembre, acusado de cometer el crimen junto a los sentenciados en agosto a 40 años de cárcel, Segundo Mina Ponce (34) y Aurelio Eduardo "el Rojo" Rodríguez (39).
"Esta semana será el cierre de la instrucción fiscal y estamos a la espera de la sentencia de la audiencia: tenemos prueba irrefutable de ADN. El procesado fue compañero de trabajo de los dos sentenciados cuando ocurrió el delito", indicó la funcionaria judicial, quien confirmó que el gen del imputado "está mezclado en varios hisopados de diferentes sitios del domicilio, con el de las dos víctimas".
A la posibilidad de que más personas pudieran estar involucradas en el doble femicidio, Pazmiño aseguró que por ahora no se ha logrado avanzar, pero que tienen evidencias de que son cinco los responsables de acabar con la vida de las jóvenes turistas.
Los cuerpos de las jóvenes fueron encontrados en marzo del 2016 envueltos en plástico en una zona de vegetación próxima a las playas de Montañita, a unos 200 kilómetros de Guayaquil, en Ecuador. Ambas presentaban signos de golpes en la cabeza y de heridas cortopunzantes. Además, el examen toxicológico detectó que las dos habían sido drogadas.
"Seguro algún día caerán; hay dos muestras más (…) De acuerdo a los genes presentes existen otras dos personas más que participaron del crimen. Es lo que se presume y las investigaciones seguirán, eso quedará ya para que otro fiscal siga con el caso. Dios quiera que se llegue a identificar a todos", indicó Pazmiño, quien adelantó que se acogerá al derecho de jubilación en los próximos meses.
"Ya cumplí mi ciclo laboral, este caso me detuvo por solidaridad de género", agregó la fiscal.
Asimismo, no descartó la hipótesis de un crimen vinculado al mundo narco, aunque aseguró que no hay pruebas contundentes para sustentarla. "Sólo hay el examen toxicológico de las víctimas donde están presentes ciertas substancias en hígado, riñón y sangre", aclaró la profesional.
En diálogo con La Nación, la mamá de Majo, Gladys Steffani, insistió en la hipótesis inicial de que hubo más implicados en el crimen, con la posibilidad de haber sido cometido por el perfil antidrogas de las chicas, y confirmó la apertura de una tercera investigación. "Quiero que se busquen culpables, pero no me convence todo esto, porque seguimos sin saber quiénes tramaron todo, del 22 al 29 de febrero. Sigo afirmando que hay otra gente involucrada y esto me da más claridad de que la policía está metida", expresó Steffani.