SANTIAGO.- Este domingo millones de franceses se volcarán a las urnas en la celebración de la primera vuelta presidencial, en la que se enfrentarán codo a codo por la disputa del liderazgo del país la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, el centrista Emmanuel Macron, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
Francia se encamina a una de sus elecciones más imprevisibles de todos los tiempos, con una carrera muy ajustada. Quizás una de las más estrechas del último tiempo, marcada por la presencia del ultranacionalismo y de la división de la izquierda francesa, además del temor de la amenaza terrorista.
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La candidata antiinmigración y antieuro Marine Le Pen, que según todas las encuestas lograría pasar al balotaje que se realizará el próximo 7 de mayo, ha perdido terreno en los últimos días. Según la última encuesta realizada por Cevipof para el periódico Le Monde, que entrevistó a 11.601 personas, la aspirante ultranacionalista perdió desde abril 2,5 puntos, alcanzando un 22,5% de las preferencias.
Casi a la par se encuentra el otro gran favorito, el ex ministro y proeuropeo Emmanuel Macron, quien también perdió 2 puntos desde la misma fecha, proyectando un 23% de los votos a su favor.
El líder conservador François Fillon continúa dando la pelea y se recupera del escándalo de nepotismo en el que estuvo involucrado, situándose en el 19,5% de los votos. Finalmente, casi a un costado, se encuentra el candidato boliviariano, Jean-Luc Mélenchon, quien ha gozado de un auge en las últimas semanas, adjudicándose el 19% del favoritismo.
Sin chances quedó el representante del Partido Socialista, Benoît Hamon, al que los últimos sondeos le otorgan menos de un 10% de los votos. El resto de los aspirantes, no alcanzaría más del 5%.
Factor abstención
Pero además de los apretados pronósticos, los sondeos revelan otro factor que afectará en gran medida los resultados de la primera ronda: la abstención, clave en el aumento de la incertidumbre, alcanza un 28% según Cevipof. Por ello, convencer al electorado a votar se volvió el principal objetivo de los aspirantes al palacio del Elíseo.
Incluso, el estudio elaborado por el instituto demoscópico Ipsos revelado este viernes, asegura que sólo el 73% de los ciudadanos concurrirán a votar este 23 de abril, la cifra más baja durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales desde las celebradas en 2002. Pero además, destaca el alto nivel de indecisión entre los votantes que afirman estar seguros de acudir a las urnas: el 31% asegura que todavía puede cambiar de candidato.
Los más convencidos al respecto son los que respaldan a la candidata del Frente Nacional, que se declaran seguros al 85% de su elección, seguidos por los electores potenciales de Fillon (83%), los de Macron (73%) y los de Mélenchon (67%). Tan solo el 51% de los que declaran su intención de votar por Hamon considera su decisión definitiva.
Amenaza terrorista
Pero además de todos los factores políticos y por las acusaciones de irregularidades en contra de algunos de los candidatos presentes a lo largo de la carrera por la presidencia, uno de los temas que ha marcado la pauta de la discusión es la amenaza terrorista.
Y es que los franceses fueron testigos del tiroteo contra la revista Charlie Hebdo, las explosiones múltiples del 15-N y la embestida de un camión en el balneario de Niza. De hecho, el país vive en estado de emergencia desde 2015. Este jueves París volvió a vivir el miedo de un atentado. Un hombre, presuntamente de tendencia radical islámica, asesinó a un policía en los Campos Elíseos y dejó a otros dos con graves lesiones.
Tras ello, una de las preguntas claves a horas del suceso y poco antes de que se pusiera fin a la carrera, era si el hecho afectaría las intenciones de voto.
Todos los candidatos suspendieron sus actos de campaña el jueves, pero enfrentaron las cámaras de televisión en un último evento público para referirse a este tema. Macron fue uno de los primeros en reaccionar: "Esta amenaza forma parte de la vida diaria de los próximos años", advirtió. La dirigente ultraderechista Marine Le Pen, recordó que quiere expulsar de Francia a los sospechosos de extremismo yihadista de origen extranjero que ya estén fichados.
Por su parte, el candidato de extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, expresó su solidaridad con la familia del agente fallecido y aseguró que bajo su gobierno no habría ningún tipo de tolerancia con esos actos. Mientras, Fillon insistió también en que la amenaza yihadista "es lo más importante" para su país.
Las últimas cartas, remecidas por los sucesos de emergencia de último momento, ya están echadas. Y este domingo los resultados dejarán en claro las inclinaciones de una sociedad francesa azotada por la amenaza terrorista y cada día más desencantada con sus líderes políticos.