BERLÍN.- La Canciller alemana, Angela Merkel, reiteró este lunes, casi palabra por palabra, su llamado a los socios europeos para que tomen su destino en sus manos tras comprobar en los últimos días que "los tiempos en los que se podía confiar completamente en los otros han quedado atrás".
Merkel hizo pública su desconfianza ante el Gobierno estadounidense el domingo durante un acto electoral en el sur de Alemania, con eco mediático en todo el mundo, y hoy repitió prácticamente de forma literal su discurso ante el congreso del Consejo sobre Desarrollo Sostenible, foro creado en 2001 por el Gobierno alemán.
"Somos y seguiremos siendo estrechos aliados, claro que Alemania es un aliado estrecho de Estados Unidos. Somos y seguiremos siendo convencidos defensores de las relaciones transatlánticas. Pero sabemos también que nosotros, los europeos, debemos tomar nuestro destino en nuestras manos", recalcó la canciller.
Reiteró estas palabras al hacer referencia a la importancia de la lucha contra el cambio climático para el desarrollo sostenible.
El acuerdo de París, afirmó Merkel, "fue un paso histórico, pero para que sea un éxito histórico tenemos todavía un largo camino por delante" y "lo largo y pedregoso que será quedó claro en las negociaciones" mantenidas este fin de semana en el G7, cuando no se alcanzó ningún acuerdo en ese capítulo con Estados Unidos.
Tras insistir que las negociaciones en torno a ese apartado fueron "muy insatisfactorias", consideró que fue bueno que no se encubrieran las diferencias y que Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Canadá, seis de los siete estados del G7, expresaran su determinación de apoyar y aplicar el acuerdo de París.
Merkel insistió en que es una convencida defensora de las relaciones transatlánticas, que tienen "un significado extraordinario para todos" en momentos de grandes desafíos, porque se basan en valores e intereses comunes, pero reiteró su desconfianza tras los últimos días.
"Si los europeos definimos de forma precisa nuestros intereses y tomamos en serio nuestros valores, podemos, estoy convencida, superar todos los desafíos", recalcó.
Poco antes, en una rueda de prensa centrada en la crisis migratoria, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, consideró que la cumbre del G7 no sólo fue "fallida", sino que fue de "señal del cambio en la correlación de fuerzas".
Gabriel subrayó la necesidad de "recuperar" a Estados Unidos como nación comprometida con la "idea de Occidente" y con un orden internacional que es más que la suma de intereses nacionales.
"Ahora hay una nación líder que considera más importante imponer los intereses nacionales al orden mundial", lamentó el ministro, quien consideró que por ello "Europa ocupa un nuevo papel" en el mundo con el que debe comprometerse, además de necesitar nuevos socios.
El jefe diplomático subrayó la importancia de una Europa fuerte y la necesidad de compensar "la pérdida de Estados Unidos como nación importante", al tiempo que agregó que la "idea de Occidente" continúa siendo "universal" y hay que velar por mantenerla en pie.
Más allá fue el líder socialdemócrata y principal contrincante de Merkel en las elecciones de septiembre, Martin Schulz, quien criticó a Trump por defender el "aislacionismo y el presunto derecho del más fuerte" y acusó al Presidente estadounidense de anteponer el "chantaje político" a la diplomacia internacional.