PARIS.- El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reiteró este lunes su defensa al acuerdo de paz que alcanzó su gobierno con las FARC y aseguró que es preferible tener a los guerrilleros haciendo política de forma pacífica que verlos matar y secuestrar en la montaña.
En una entrevista con el diario francés Le Figaro, el Mandatario abordó el hecho de los acuerdos contemplen que antiguos guerrilleros, incluso algunos acusados de crímenes contra la humanidad, puedan entrar en el Parlamento.
Ante ello, Santos argumentó que en todo el mundo "cuando hay un proceso de paz los grupos insurgentes aceptan deponer las armas a cambio de la posibilidad de hacer política".
"En Colombia les hemos dado sólo la posibilidad de estar presentes en el Parlamento presentándose a las elecciones. Es preferible tenerlos en el Parlamento que verlos secuestrar, robar, traficar, matar en las montañas de Colombia", enfatizó.
Asimismo, el jefe de Estado colombiano celebró la ayuda que Francia entregará a su país en el periodo que se abre tras el fin del conflicto con las FARC en el terreno del desarrollo rural.
"Francia tiene una gran experiencia en el desarrollo rural" que "es una de las grandes oportunidades y uno de los mayores desafíos para Colombia", explicó.
Cabe recordar que el gobernante hizo una visita oficial a París y Cannes la semana pasada, ocasión en la que recordó que Francia desde los primeros días les ha respaldado "al defender el proceso de paz dentro de la Comunidad Europea y del Consejo de Seguridad de la ONU".
El líder colombiano insistió además en su convicción de que la paz aportará a Colombia "más bienestar, más tranquilidad y más desarrollo", pero advirtió que es un proceso largo.
En esa línea, reiteró que "los siete millones de víctimas del conflicto no podrán obtener reparación enseguida" y por eso se han previsto 15 años para poner en marcha todos los programas de atención.
Consultado sobre la extensión de las plantaciones de coca durante los cinco años que han durado las negociaciones con las FARC, Santos reconoció un efecto "perverso" de los programas de sustitución: la gente pensó que había que cultivar coca para luego poder beneficiarse de esos programas.
En cualquier caso, aseguró que se está resolviendo ese problema y "por primera vez, gracias al proceso de paz, tenemos la posibilidad de provocar una sustitución definitiva de los cultivos de coca en numerosas regiones del país".