CARACAS.- El policía y piloto venezolano Óscar Pérez, quien robó un helicóptero y atacó la Corte Suprema la semana pasada en Caracas, reapareció en un video difundido en internet la madrugada del miércoles y prometió seguir luchando por "la liberación" de su país.
El martes de la semana previa, Pérez, un oficial de la policía científica, robó un helicóptero junto a un acompañante no identificado y sobrevolaron las sedes de dos dependencias estatales con una bandera que decía "libertad" para luego abrir fuego y lanzar granadas, sin dejar heridos.
El Presidente Nicolás Maduro calificó el acto como terrorismo y su país emitió una orden de captura internacional contra el uniformado. Pero los venezolanos dudaron de la versión oficial asegurando que se trataría de un show para desviar la atención de la actual crisis política y económica que sufren.
"Nuevamente nos encontramos en Caracas listos y dispuestos para continuar con nuestra lucha férrea por la liberación de nuestra patria", dijo Pérez, vistiendo uniforme militar, gorro de lana y delante de un fusil y una bandera de Venezuela.
En el video de cinco minutos, el también actor de cine asegura que el ataque "fue logrado a la perfección" y no se produjeron daños colaterales "porque así fue programado, porque no somos unos asesinos como usted señor Nicolás Maduro que enluta, todos los días, hogares venezolanos".
La oposición sostiene que Maduro lidera una "dictadura" en Venezuela por lo que acumula tres meses en las calles del país protestando también por el alto costo de la vida, las violaciones a los derechos humanos y exigiendo la liberación de los que consideran "presos políticos".
El Mandatario socialista de 54 años, por su parte, asegura que con las protestas, en medio de las que han muerto 91 personas, sus adversarios sólo buscan derrocarlo.
"Estamos plenamente seguros de lo que estamos haciendo y si debemos dar hasta nuestras vidas, las entregaremos por el pueblo (...) si se da esta Constituyente no habrá Venezuela", declaró Pérez en referencia a la iniciativa de Maduro de reescribir la Constitución, ampliamente rechazada por la población.