SANTIAGO.- Este miércoles, la Cancillería chilena confirmó la llegada a la residencia del embajador en Venezuela de la abogada Zuleima del Valle Gonzáles. La profesional es miembro del Tribunal Supremo de Justicia paralelo nombrado por el Parlamento (controlado por la oposición) y es el cuarto magistrado en pedir protección a Chile, además de Beatriz Ruiz Marín, José Núñez Sifontes y Elenis del Valle Rodríguez. A ellos se suma el dirigente opositor Roberto Enríquez, quien hizo su ingreso al inmueble en abril pasado.
"Estos magistrados desde el día que fueron nombrados han sido víctimas de persecución, de acoso, algunos han sido encarcelados y otros se encuentran en la clandestinidad", explicó a Emol el diputado opositor y dirigente del partido Voluntad Popular, Juan Andrés Mejía.
Así, en total son cinco las personas que se mantienen en el lugar -que tiene inmunidad diplomática- acusando persecuciones políticas, algo que ya preocupa, tal como lo hizo saber el canciller Heraldo Muñoz, quien señaló que la logística está "copada", pero "el compromiso incólume". Fue por ello que, aseguró, espera que haya "igual solidaridad de otras embajadas amigas".
Ante esto, surge la pregunta: ¿por qué han elegido la embajada de Chile? En conversación con
Emol, el politólogo venezolano y director de la firma Polity, John Magdaleno, dice que habría tres razones básicas. Por un lado, porque "Chile goza de una reputación demócratica de finales de los '80, cuando hubo una transición del autoritarismo a un régimen democrático y se considera que Chile es una de las democracias más consolidadas, donde las instituciones son más serias en América Latina".
"En segundo término, porque precisamente en virtud de la dictadura de Pinochet quizás los magistrados designados pensaron que Chile podría estar sensibilizado con las consecuencias que en efecto tienen los regímenes autoritarios", agregó.
Finalmente, aseguró que "quizás los más recientes pronunciamientos de la Presidenta Bachelet animaron a estos magistrados designados a pensar que Chile recibiría con un tratamiento especial estas causas".
Por su parte, el diputado Juan Andrés Mejía afirmó que "Venezuela es un país que fue solidario con la región en los momentos más duros en los que se vivían dictaduras militares y fuimos nosotros receptores de emigrantes de toda Latinoamérica, en particular Chile y Argentina, así que quizás se perciba que en este momento existe una solidaridad mutua". Esto podría replicarse en el propio embajador chileno, Pedro Felipe Ramírez, quien durante la dictadura militar fue precisamente acogido por el país caribeño.
Esta idea es corroborada por Magdaleno: "Hay que recordar que Venezuela contribuyó mucho a una ola de democratización que se produjo en América Latina en los 80, de hecho, fueron enviadas misiones diplomáticas bastante consuetudinariamente y se destinaron recursos públicos inclusos al respaldo de los procesos de transición a la democracia o bien de los gobiernos electos democráticamente. Hay una regla básica en las relaciones humanas diplomáticas que es la reciprocidad", afirma.
Ayuda sólo de Chile
En este sentido, fuentes cercanas a quienes han solicitado protección a Chile aseguraron a este medio desde Venezuela que no están claras las razones de por qué otros países no han seguido la política chilena de recibir a personas que acusan persecución política.
"Hasta el momento y la información que tenemos es que la única embajada que está recibiendo perseguidos ha sido la chilena", dicen, junto con manifestar que "esperamos que las otras embajadas, sobre todo las que tienen acuerdo de asilo, den morada y protección".
En esa línea, informaron que miembros de la Mesa de Unidad Nacional "en eso se están moviendo" desde hace varias semanas. En cuanto a los países con los que han conversado, sostienen que no hay una lista, pero subrayan que "la verdad es que la pauta la marca la embajada chilena".
Mientras, en el lado público, los diputados opositores han mantenido reuniones permanentes con representantes de los cuerpos diplomáticos en Venezuela, según explicó Mejía, con la misión de "explicarles nuestras posturas y aclarar las dudas que tienen".