SANTIAGO.- En el último mes, Venezuela ha protagonizado dos hechos militares aislados, que se alzaron como contrarios al régimen de Nicolás Maduro y su decisión de establecer una Asamblea Nacional Constituyente.
A comienzos de julio, un oficial de la policía científica robó un helicóptero y lanzó granadas sobre la Corte Suprema, en Caracas, llevando una bandera que decía "libertad". Fue el primer episodio.
A él se suma lo ocurrido esta mañana, cuando un grupo de militares del llamado Fuerte Paramacay, en el estado Carbobo, dijo haberse sublevado contra el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, y mediante un video difundido por redes sociales se declararon "en legítima rebeldía, unidos hoy más que nunca con el bravo pueblo de Venezuela".
Según el portavoz del grupo, autodenominado capitán Juan Caguaripano, no se trataba de un "golpe de Estado" sino de una "acción cívica y militar".
Para los expertos, aunque los episodios de violencia militar serían esperables, un escenario que implique un levantamiento militar coordinado de las FF.AA. es poco probable.
Un contexto esperable
Para el analista internacional, Guillermo Holzmann, los dos hechos ocurridos se enmarcan dentro de un contexto de polarización derivado de la Asamblea Constituyente.
"Por tanto, es esperable que sus grupos militares intenten coordinar, en conjunto con sectores de la oposición, un movimiento cívico-militar que sea capaz de presionar para una renuncia de Maduro", explica a Emol.
"El movimiento de Paramacay lo está liderando un capitán, puede que eso sea incentivo suficiente para que oficiales superiores puedan hacer otro tipo de sublevación, lo que eventualmente podría llevar a un levantamiento social importante. La probabilidad hoy es existente, pero todavía baja", agrega.
Para Holzmann, en la medida en que haya mayor concentración de poder y mayor represión, Venezuela se vuelve más susceptible a vivir este tipo de episodios.
Hechos desarticulados
Para Lucía Dammert, socióloga experta temas de seguridad y gobernabilidad en América Latina, lo que hace que un posible levantamiento militar sea poco probable es que "requiere no sólo presencia de subalternos, sino de gente con capacidad de mando e injerencia dentro de las fuerzas", dice a Emol.
"Puede haber niveles de crítica a lo que está sucediendo dentro de las FF.AA., pero mientras sea un malestar interno que no genere algún nivel de cohesión con altos mandos que tengan poder de decisión, va a ser muy difícil que se consolide en una respuesta más orgánica", complementa.
Altos mandos involucrados en el régimen
Patricio Gajardo, cientista político con un máster en Relaciones Internacionales, concuerda con esta visión y agrega que los altos mandos militares difícilmente se sumarían a un levantamiento ya que existe un "involucramiento concreto con el gobierno de Maduro, que viene desde la época de Hugo Chávez".
El 11 de abril de 2002, el Alto Mando Militar venezolano realizó un intento de golpe de Estado que logró derrocar al entonces Mandatario, Hugo Chávez, por tres días. "Entonces, Chávez hurgó en todos los altos mandos y los fue incorporando al régimen, a los procesos de toma de decisiones, cosa que también ha seguido haciendo Maduro, como una especie de vacuna", cuenta a Emol.
Según relata Gajardo, existe una gran diferencia entre la vida que llevan los altos mandos y los medios o bajos: los militares de mayor rango reciben aumentos significativos de sueldo cuando hay periodos de elecciones y regalías económicas.
"Los demás están afectos al desabastecimiento, a las colas, ellos sí viven lo mismo que todos los venezolanos, pero los altos -que son los que permitirían pensar en una estrategia golpista más integral-, esos sí están absolutamente involucrados con el gobierno", agrega.
Y también complementa con un dato: el Ejército de Venezuela, por mandato constitucional, le debe lealtad no solamente al país y a la bandera, sino también a la Revolución Bolivariana.
"Hay un involucramiento ideológico de las FF.AA., por lo que yo no veo posible un alzamiento contundente de todas las fuerzas armadas coordinadas en contra del régimen. Eso lo veo muy difícil", finaliza.