SANTIAGO.- Desde el domingo que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, no ha descansado en el marco de su gira por Latinoamérica que lo ha tenido en Colombia, Argentina y ahora Chile. En Santiago, su presencia fue bastante intensa, con reuniones con la Presidenta Michelle Bachelet y luego una cena con empresarios de nuestro país y el resto de la región. Pero desde su llegada al aeropuerto de Pudahuel, todas las actividades del segundo hombre de la Casa Blanca han tenido un factor común: la extrema seguridad imperante.
Esto quedó demostrado la tarde-noche del miércoles en una cena organizada por la Cámara de Comercio Estadounidense junto a la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham Chile) y la Asociación de Cámaras Norteamericanas de Comercio de América Latina.
El evento se realizó en el Hotel Intercontinental, en la comuna de Vitacura, al cual asistieron empresarios chilenos y estadounidenses, junto con algunas figuras políticas como la senadora y candidata presidencial, Carolina Goic (DC), y el diputado Felipe Kast (Evopoli).
Pero sin duda que lo que más llamó la atención fue el estricto control de seguridad, donde la prensa que asistió a cubrir la actividad lo vivió en carne propia, teniendo que pasar incluso por detectores de metales y debiendo ser registrados por perros adiestrados.
Todo esto, mientras en las calles aledañas al recinto hotelero también se hacía sentir la seguridad, ya que desde poco antes de las 15:00 horas se mantuvo custodiado por personal de Carabineros y ambulancias el recinto perimetral del Hotel Intercontinental.
Así, los medios de prensa, por ejemplo, fueron citados a las 16:00 horas, unas tres horas y media antes de que hablara Pence en la cena. Esto ya se veía venir, comentaban algunos, luego de que en la mañana la espera en el aeropuerto de Pudahuel para la llegada del vicepresidente fue de unas 5 horas.
De esta forma, quienes deseaban ingresar a la actividad debían primero pasar por detectores de metales y luego ser revisados por perros adiestrados, todo con la finalidad de evitar algún incidente o atentado que afectara la seguridad. “Esto es como pasar por Aduanas en el aeropuerto”, comentaban algunos de los presentes.
Todo esto ocurría bajo la atenta mirada de decenas de guardias chilenos y estadounidenses, que custodiaban el evento entendiendo que la gran atracción de éste era el segundo hombre más importante de Estados Unidos.
Y fue así como, varias horas después, el vicepresidente Pence llegó al lugar del evento, cuando ya estaba todo fuera de peligro. La actividad ocurrió sin incidentes y la autoridad pudo entregar sus opiniones respecto a Chile y Latinoamérica.
Ahora, Pence dejará Santiago durante la mañana de este jueves para terminar en la última parada de su gira: Panamá. Con esto también, deja en Chile el gran dispositivo de seguridad que a nadie dejó desapercibido.