SANTIAGO.- Hace 32 años, el 19 de septiembre de 1985, fue un terremoto de magnitud 8,1 el que sacudió Ciudad de México, generando un colapso de los organismos públicos. El caos, en un país sin cultura sísmica ni protocolos de emergencia, dejó un número indeterminado de muertos que hoy se cifra en más de 10 mil.
Ante la necesidad de rescatar a las personas que habían quedado atrapadas en los edificios derrumbados, fueron los propios ciudadanos los que se volcaron a la labor, sin conocimientos técnicos. El pueblo mexicano empezó a llamarlos "Topos", porque excavaban entre los escombros.
"Los reportes indican que las fuerzas están siendo pocas y es común que los servicios de emergencia colapsen con catástrofes de esta envergadura"
Francisco Lermanda, coordinador Topos Chile
Hoy, la organización Rescate Internacional Topos cuenta con filiales en Francia, Bulgaria, Nueva Zelanda y también con una en Chile, que ha participado en el rescate de víctimas en los terremotos de 2010 y 2015, de los 33 mineros en San José, y de sismos en todo el mundo.
Mañana, un grupo de 18 voluntarios volará a México a sumarse en las labores de búsqueda de un nuevo terremoto en Ciudad de México, ocurrido el mismo día en que la organización cumplió 32 años, que alcanzó una magnitud de 7,1 y dejó al menos 149 muertos e incontables desaparecidos.
"Es un aniversario triste y con mucha connotación para nosotros, nos toca muy de cerca", dice Francisco Lermanda, coordinador de Topos Chile, en conversación con Emol.
Los voluntarios que participarán están viajando hacia Santiago desde el norte y el sur por vía terrestre, para abordar un vuelo a las 7:00 de la mañana y aterrizar en México cerca de las 18:00 hora local.
El grupo viajará con dos perros de búsqueda y con aparatos tecnológicos que utilizan regularmente para el rescate de personas, como aviones no tripulados. "Vamos a tratar de mitigar y de aportar en la búsqueda de personas vivas en la zona cero", relata Lermanda.
"Nadie está muerto hasta que lo encontramos"
El edificio central de la organización, en Ciudad de México, está dentro de las estructuras que colapsaron, así como un centro comercial en Coapa, varios colegios y otros edificios residenciales.
"No está determinado cuánta gente está atrapada porque el sismo fue en un horario tremendamente complicado, donde la gente no se encontraba en su casa. Hay mucha gente atrapada en México y los reportes indican que las fuerzas están siendo pocas. Es común que los servicios de emergencia colapsen con catástrofes de esta envergadura", explica.
De acuerdo a normativas internacionales, como lo es el sistema Insarag, la sobrevida de una persona que se encuentre atrapada en una estructura colapsada es de 72 horas.
Los Topos Chile aterrizarán en México poco después de que se cumplan 24 horas del terremoto. Pero, aunque reconocen que la labor es urgente, la organización no ve el tiempo como un obstáculo.
"Para el terremoto de Haití, y lo podemos decir con conocimiento de causa, porque estuvimos ahí, sacamos 14 personas vivas. La última de ellas fue después de 28 días. Nuestra ideología tiene que ver con que nadie está muerto hasta que lo encontramos y lo podemos sacar", asegura Lermanda.
El primer grupo de voluntarios, los que estaban más cerca de Santiago, volarán este miércoles, y una segunda delegación emprenderá el rumbo a México durante las primeras horas del jueves.